Llevo bastante tiempo dándole vueltas al tema de si realmente la conmutación instantánea es "el método" para detectar diferencias.
Dado el nivel que se ha alcanzado en este grupo para la realización de dichas pruebas de manera cómoda y fiable, estaría encantado de que así fuera. Pero me intriga pensar que pudiese haber algún tipo de factor psicoacústico desconocido que hiciera que las pruebas no fuesen todo lo definitivas que sería de desear.
Para comprobar la precisión de este método y, tal vez pensando ya en el molingordo que viene se me ocurre una idea que falta pulir, pero que en esencia sería lo siguiente:
Enumerar los parámetros que pueden influir en una mejor o peor percepción sonora: distorsión, respuesta en frecuencia, presión sonora, eco añadido, etc... etc.
Grabar un CD con un mensaje musical sencillo para empezar (un piano por ejemplo) y otro con el mismo mensaje pero alterando los parámetros anteriores en incrementos conocidos. Compararlos ambos por conmutación.
Así se podría llegar a cuantificar la precisión del método conmutación para cada uno de los parámetros y se conseguirían dos cosas:
La primera y más importante es que yo me quedase tranquilo.

La segunda es un respaldo a un método que todos suponemos que es el mejor, pero nadie explica realmente por qué de manera empírica. Aunque los teóricos del foro han argumentado con lógica y sentido común todo lo argumentable, creo que no vendría mal una cuantificación experimental.
Saludos.