Buenas tardes a todos,
Pues eso, como anuncio en el asunto de este hilo, soy un despitufado autodidacta, es decir, que lo hice como cuando dejé de fumar, con un par de… voluntades y mucho dolor. A mi mujer le dije que “he visto la luz”, pero el término Pitufo que se usa por estos lares me parece magnífico…
Por no enrollarme demasiado con mi proceso rápido de despitufización (que si quereis os hago un hilo aparte…), deciros cual es mi situación. La idea es la siguiente: comprar un receptor AVR para sustituir el ampli que tengo ahora. La razón es que la Almiranta me deja poner un Cine en Casa en el salón (vigilando los cables,eso sí). Pues esta acción tan sencilla me provoca bastantes cuestiones.
Si os parece empiezo describiendo mi equipo actual
- Ampli Rotel RA-980 BX. Especificaciones
- Lector CD Rotel: no me acuerdo del modelo, pero como ya no soy Pitufo sé que no tiene importancia…
- Altavoces B&W CDM1. Especificaciones
D e s c r i p t i o n 2-way 4th-order vented-box system
Drive units 1x 165mm (61⁄2in) woven Kevlar® cone bass/midrange
1x 25mm (1in) alloy dome high-fre q u e n c y
F requency range -6dB at 46Hz and 30kHz
F requency re s p o n s e 58Hz – 20kHz ±3dB on re f e rence axis
D i s p e r s i o n Within 2dB of response on re f e rence axis
Horizontal: over 40° arc
Ve rtical: over 10° arc
S e n s i t i v i t y 88dB spl (2.83V, 1m)
H a rmonic distort i o n 2nd & 3rd harmonics < 1% 100Hz – 20kHz (90dB spl,1m)
Nominal impedance 8W (minimum 4.5W)
C rossover fre q u e n c y 3 k H z
Power handling 30W – 120W continuous into 8W on unclipped pro g r a m m e
Max. recommended cable impedance 0 . 3 W
D i m e n s i o n s H e i g h t : 370mm (145⁄8i n )
Wi d t h : 220mm (85⁄8i n )
D e p t h : 274mm (107⁄8i n )
Net We i g h t 8.5kg (18.7lb)
- Cableado, bananas y demás: no lo digo que me da vergüenza. De todos modos, como están pagados hace muchos años pues a utilizarlos.
Éste es el equipo inicial, a lo que hay que añadir un par de satélites B&W LM1, con las siguientes specs
Description 2-way 4th-order vented-box system
Drive units 1x 125mm (5in) in bass/mid
1x 25mm (1in) in high-frequency
Frequency range -6dB at 65Hz and 22kHz
Frequency response 75Hz – 20kHz ±3dB on reference axis
Dispersion Within 2dB of response on reference axis
Horizontal: over 40° arc
Vertical: over 10° arc
Sensitivity 91dB spl (2.83V, 1m)
Harmonic distortion 2nd & 3rd harmonics <1% 100Hz – 15kHz (90dB spl, 1m)
Nominal impedance 8Ω
Crossover frequency 3.5kHz
Recommended
amplifier power 25W –100W continuous into 8Ω on unclipped programme.
Max. Recommended
Cable impedance 0.2Ω
Dimensions Height: 280mm (11in)
Width: 140mm (5.5in)
Depth: 191mm (7.5in)
Net weight 2.4kg (5.3 lb)
Bien, con todo esto qué quiero hacer:
1.- Equipo Musical en el “Cuarto de los ordenadores”:
Aquí es donde trabajo por las tardes. Es un cuarto de 14 metros cuadrados.
Pues bien, aquí pondría
1.1.- Ampli Rotel RA-980BX
1.2.- Altavoces LM1 que irían conectados así:
1.2.1.- 5 metros de cable de 2,5 mm. Quizá pudiera ser más fino, pero para lo que vale el metro, mejor curarse en salud
1.2.2.- Bananas baratas: ya sé que no valen para nada, pero la idea es que estos LM1 me sirvan de altavoces traseros en el Cine en Casa del salón que luego voy a describir, por lo que las bananas vienen cómodas para enchufar y desenchufar (no creo que vaya a utilizar el Home Cinema más una vez en semana).
1.3.- Lector de CD: PS2 de mi hijo. De paso le sirve al enano para alucinar con el sonido, ver DVD, etc.
2.- Cine en Casa en el salón
Ésta es la madre del cordero. Gracias a vuestras sabias enseñanzas, tengo claro que en un ampli estéreo no hay que gastarse dinero, que todo ha de ir a los altavoces. Ahora bien, la duda me surge con el AVR 5.1.
2.1.- ¿Todos los AVR gestionan igual el Home Cinema? Y me explico: el ampli estéreo estamos de acuerdo en que simplemente amplifica, pero el AVR, según creo, además de amplificar tiene que gestionar el sonido envolvente, para que “el sonido vaya en un altavoz a otro”. ¿Lo hacen todos igual o hay diferencias en este aspecto?
2.2.- La otra cuestión es la potencia. ¿Creeis que un CA340R (50w en multicanal) es suficiente para mover bien mis altavoces? Mi salón mide 45 metros cuadrados en forma de “L”, situándose el equipo en la pared larga mirando hacia la otra pared larga, siendo la distancia de escucha desde “altavoz hasta oreja” de 4 metros. Los porcentajes de escucha serán de 80% estéreo y 20% Cine.
2.3.- Altavoz central: por aquello de la tímbrica, ¿creeis oportuno adquirir un central B&W o con cualquier otra marca (reconocida) va bien la cosa? Me encantan mis altavoces, pero creo que están un poco sobrevalorados en precio. No se, quizá unos Mission o q acoustics,etc, etc. pueden dar el mismo servicio. Lo que también tengo claro es que por 200 euros no voy a fastidiar la cosa. Si sigo con B&W, ¿qué central me recomendais?
2.4.- Siguiendo con el Cambridge Audio 340R: he leído por ahí que no tiene conexión blue-ray, con lo que en el futuro (cercano) no me servirá para ese sistema. Pienso usar como lector la PS3 que antes o después le compraré al “heredero”. Si es así lo del CA, quizás deba de subir hasta un Marantz 1501 o 5004. ¿Qué creeis?
2.5.- Y ya por último, el asunto de discos de vinilo. Tengo una colección de casi 1.000 vinilos y me gusta oírlos (suenan mejor los cd, pero uno empieza a tener una edad en donde los recuerdos cuentan cada vez más…). Me imagino que ningún AVR tendrá entrada de phono. ¿He de comprar un previo de phono o hay alguna otra manera de enchufarlo?
Jurl, vaya traca me ha salido. Os ruego me perdoneis el tocho, pero el haber encontrado esta página ha sido como sentir que uno no está solo en el mundo…
Novato pero ya despitufado. Eleccion de AVR
Novato pero ya despitufado. Eleccion de AVR
La ignorancia nos podrá dar placer pero nunca nos hará libres
Hola Goro, bienvenido:
Ya veo que te has tomado una buena dosis de pastillas rojas, mejor.
Tu salón es grande, ¿vas a escuchar el joncinema a voluemn de hacer temblar las paredes?, o ¿los vecinos no te dejan?, te lo digo por los vatios del ampli. Si puedes dar caña igual vas a necesitar unos pocos mas de vatios.
De central yo seguiría con la marca, y buscaría en la segunda mano a ver si hay algo compatible.
Y si, para los vinilos vas a necesitar un previo de fono. Dependerá el tipo de la cápsula que tengas.
Saludos
Alf
Ya veo que te has tomado una buena dosis de pastillas rojas, mejor.
Tu salón es grande, ¿vas a escuchar el joncinema a voluemn de hacer temblar las paredes?, o ¿los vecinos no te dejan?, te lo digo por los vatios del ampli. Si puedes dar caña igual vas a necesitar unos pocos mas de vatios.
De central yo seguiría con la marca, y buscaría en la segunda mano a ver si hay algo compatible.
Y si, para los vinilos vas a necesitar un previo de fono. Dependerá el tipo de la cápsula que tengas.
Saludos
Alf
Alf, gracias por tu rápida respuesta.
La verdad es que no le voy a pegar mucha caña, ya que si nó el vecino me cuelga y la Almiranta también.
Así que poco volumen.
Con respecto al previo de phono lo que no sé es cómo diferenciar la cápsula
Gracias
Gorocica
La verdad es que no le voy a pegar mucha caña, ya que si nó el vecino me cuelga y la Almiranta también.
Así que poco volumen.
Con respecto al previo de phono lo que no sé es cómo diferenciar la cápsula
Gracias
Gorocica
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Kir
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Re: Novato pero ya despitufado. Eleccion de AVR
Yo quisiera leerlo en toda su plenitud y extensión.GOROCICA escribió:mi proceso rápido de despitufización (que si quereis os hago un hilo aparte…)
A mi me interesa mucho. La parte psicológica del proceso de despitufización me parece fascinante. Toda una oda a la inteligencia humana y a las multiples acechanzas que la someten y cómo algunos consiguen escapar de ellas.
Pero no hace falta hacer un hilo aparte. En este irá bien.
Kir
Tuerto del tercer ojo.
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Hola Gorocica, que no te de verguenza, por aquí quien más quien menos ha pasado por lo mismo que tú.
¿Quieres saber lo que me sacaron a mí por los cables que tuve en su momento?, pues 1.500.000 pts.
Y los altavoces 1.500.000 pts, y el conjunto etapa-previo 4.000.000 pts y el reproductor de cd 800.000.
Y ahora tengo en menos de una tercera parte de espacio un home cinema con unas Q Acoustics 1030i como altavoces principales con cable barato y disfruto más de mis discos y escucho mejor la música que antes.
Y encima también disfruto del cine.
Un saludo.
¿Quieres saber lo que me sacaron a mí por los cables que tuve en su momento?, pues 1.500.000 pts.
Y los altavoces 1.500.000 pts, y el conjunto etapa-previo 4.000.000 pts y el reproductor de cd 800.000.
Y ahora tengo en menos de una tercera parte de espacio un home cinema con unas Q Acoustics 1030i como altavoces principales con cable barato y disfruto más de mis discos y escucho mejor la música que antes.
Y encima también disfruto del cine.
Un saludo.
No es por criticar ni por molestar, pero menudo fortunon o afortunado.TDK escribió:Hola Gorocica, que no te de verguenza, por aquí quien más quien menos ha pasado por lo mismo que tú.
¿Quieres saber lo que me sacaron a mí por los cables que tuve en su momento?, pues 1.500.000 pts.
Y los altavoces 1.500.000 pts, y el conjunto etapa-previo 4.000.000 pts y el reproductor de cd 800.000.
Y ahora tengo en menos de una tercera parte de espacio un home cinema con unas Q Acoustics 1030i como altavoces principales con cable barato y disfruto más de mis discos y escucho mejor la música que antes.
Y encima también disfruto del cine.
Un saludo.
Empece muy pronto y mis gastos no fueron tan desmesurados pero tuve suerte de dejarlo por las circunstancias con lo que tenía de los años 80 y solo he comprado un cd por los 98 tambien pensando que era mejor y ahora solo unos altavoces pequeños.Pero ya he ido algo barato y veo que me ha ido bastante bien y ahora nos liaremos con dvrcop y veremos que sale.
Pienso que esto se convierte como los coches, que llegas a un momento que se compra mas por impresionar que por lo que es en realidad o las necesidades de uno.
UN saludo
Cuanto mas somos menos nos entendemos, así siempre ganara la injusticia.
Ser mas honrado, hace a la persona mas digna.
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Vergüenza ninguna. A mi lo que me daría vergüenza sería seguir siendo pitufo y defiendiendo las mismas chorradas un año tras otro y creyendose a pies juntillas todas las barbaridades que se tragan.TDK escribió:Hola Gorocica, que no te de verguenza, por aquí quien más quien menos ha pasado por lo mismo que tú
Y digo yo ¿Como se siente uno cuando se ha gastado kilo y medio de billetes en un cable y un día se da cuenta de que suena igual que otro de 50 céntimos?TDK escribió:¿Quieres saber lo que me sacaron a mí por los cables que tuve en su momento?, pues 1.500.000 pts
A mi ese proceso del "Insight" es lo que realmente me fascina. ¿Ocurre de pronto?¿Ocurre poco a poco?¿Tiene fases?¿Se sorprende uno?¿Se maravilla de lo engañado que estaba?¿Con qué visión mira ahora a los pitufos que han quedado "atras"?¿Se compadece?¿Los comprende?¿Los desprecia?¿Se rie de ellos?¿Se apiada?
Kir
Tuerto del tercer ojo.
Tuerto del tercer ojo.
Más que el dinero (que también) que te haya costado el equipo, en mi caso fué por una cuestión de herencia, es la desilusión, eso es lo peor.
Años y años soñando con ese equipo, comprando la revista Alta Fidelidad més tras més desde el primer nº y cuando por fin llega el dia mágico, vienen, te lo instalan, se llevan la pasta y resulta que ya a la semana de tenerlo te quedas en la puerta del comedor mirándolo y pensando, ¿que cojones he hecho?, ¿qué está pasando aquí que no me gusta como suena?.
La verdad es que uno tarda en recuperarse de semejante ostia. Menos mal que por el camino descubrí este foro y fué como un bálsamo.
Y a dia de hoy pues sí, siento compasión cuando leo a la gente en otros foros dando vueltas en círculos con las orejeras puestas y rabia cuando en el puesto de prensa ojeo las revistas y veo que nada a cambiado y siguen jugando con las ilusiones de la gente como si tal cosa.
No hay derecho.
Años y años soñando con ese equipo, comprando la revista Alta Fidelidad més tras més desde el primer nº y cuando por fin llega el dia mágico, vienen, te lo instalan, se llevan la pasta y resulta que ya a la semana de tenerlo te quedas en la puerta del comedor mirándolo y pensando, ¿que cojones he hecho?, ¿qué está pasando aquí que no me gusta como suena?.
La verdad es que uno tarda en recuperarse de semejante ostia. Menos mal que por el camino descubrí este foro y fué como un bálsamo.
Y a dia de hoy pues sí, siento compasión cuando leo a la gente en otros foros dando vueltas en círculos con las orejeras puestas y rabia cuando en el puesto de prensa ojeo las revistas y veo que nada a cambiado y siguen jugando con las ilusiones de la gente como si tal cosa.
No hay derecho.
Última edición por TDK el Mié 03 Feb 2010 , 18:50, editado 1 vez en total.
Desde luego TDK, tiene que ser una buena fustracion y mas cuando te cuentan las cosas como si fueras a tener un sonido unico y maravilloso y que sera el definitivo.
Y los que siguen gastandose el dinero me dan dos cosas pena y luego pienso gilipollas que os tomas el pelo pero tambien me digo: Sarna con gusto no pica, asi que se las piquen los pollos despues de no comer durante una semana, jua, jua, jua,
UN saludo.
Y los que siguen gastandose el dinero me dan dos cosas pena y luego pienso gilipollas que os tomas el pelo pero tambien me digo: Sarna con gusto no pica, asi que se las piquen los pollos despues de no comer durante una semana, jua, jua, jua,
UN saludo.
Cuanto mas somos menos nos entendemos, así siempre ganara la injusticia.
Ser mas honrado, hace a la persona mas digna.
Ser mas honrado, hace a la persona mas digna.
El sonido 5.1 está desaprovechado
HAY QUE DOLOR!!! 
Leer esa millonada de pelas que se ha gastado TDK en un equipo de audio, bufff... ¡que dolor!
Y seguro que tenias las paredes desnudas, para favorecer los efectos negativos del las resonancias y reflejos de la sala y la posición del punto dulce de los altavoces no estaban totalmente alineados con el lugar de eschucha...
Y lo más jodido es que pasados los años no parece que aquel equipo le haya hecho disfrutar mejor de la música a TDK.
DUDAS ACERCA DE LA CONVENIENCIA DE UN 5.1
Y ahora quiero plantear una idea retorcida a Gorocica. ¿Por qué no pasas del sonido 5.1 y te quedas con un estéreo?
Hace años me compré un conjunto Velleman 5.1 y aun hoy es el día que no entiendo para que sirve un 5.1
Es decir, según yo lo entiendo, un equipo 5.1 debería de servir para trasmitirnos la sensación de un ambiente sonoro que nos rodea. Así en una escena Dog Fighting de aviones, los disparos del avión que viene por detrás, debería de sonar claramente en los traseros y en los delanteros y central, el sonido de todo el panel de control del aeroplano ser bien evidente.
Otro ejemplo, real: En una escena de Matrix II los protagonistas entran en una discoteca, la música rodea totalmente a todos ellos y la cámara y el punto de vista de los espectadores, pues en 5.1 no es así, la música sólo proviene de los frontales, los traseros mudos. No tiene lógica!
Por si alguen se le ocurre ponerle pegas a este claro ejemplo, diré que el DVD es original y los altavoces están funcionando de forma calibrada, es decir, probados con un test THX y con el ajuste del sonido envolvente de la tarjeta.
Sin mencionar el NEFASTO trabajo (mejor dicho, el NO TRABAJO) en el audio de películas de una cierta antigüedad donde el audio original le dá mil vueltas al subtitulado (con la de medios y opciones que hay para remasterizar audio dañado). Se m viene a la memoria Excalibur, El Coloso en LLamas, El Bueno, El Feo y el Malo, etc...
Malditasea y el caso es que he pagado por esos DVD's.
Con el DVD original Asesinos Cibernéticos tuvé que intercambiar los canales izq y derecho PORQUE ESTABAN AL REVÉS.
Hasta prefiero dejar la reproducción en estéreo y con un divisor de señal mandarla en estéreo a los traseros para dar esa sensación de envolvente, como ocurre con el sonido dentro de un coche, donde es más gustoso escuchar el sonido de los traseros y delanteros a la vez.
Alguien me puede explicar para qué un 5.1
Alguien me puede explicar para qué sirve un 7.1
Ni siquiera en las salas de cine he escuchado claramente como todos los sonidos (o al menos los más destacados) "envuelven" de verdad.
He visto Avatar en 3D y salvo ciertos sonidos que claramente pasaban a los altavoces laterales y traseros, el resto sigue igual.
En todas las escenas en la selva se devería de escuchar el viento, pájaros, personajes que rodean la escena... y no fué así.
Tendré algún síndrome por tomar demasiadas pastillas rojas?
Leer esa millonada de pelas que se ha gastado TDK en un equipo de audio, bufff... ¡que dolor!
Y seguro que tenias las paredes desnudas, para favorecer los efectos negativos del las resonancias y reflejos de la sala y la posición del punto dulce de los altavoces no estaban totalmente alineados con el lugar de eschucha...
Y lo más jodido es que pasados los años no parece que aquel equipo le haya hecho disfrutar mejor de la música a TDK.
DUDAS ACERCA DE LA CONVENIENCIA DE UN 5.1
Y ahora quiero plantear una idea retorcida a Gorocica. ¿Por qué no pasas del sonido 5.1 y te quedas con un estéreo?
Hace años me compré un conjunto Velleman 5.1 y aun hoy es el día que no entiendo para que sirve un 5.1
Es decir, según yo lo entiendo, un equipo 5.1 debería de servir para trasmitirnos la sensación de un ambiente sonoro que nos rodea. Así en una escena Dog Fighting de aviones, los disparos del avión que viene por detrás, debería de sonar claramente en los traseros y en los delanteros y central, el sonido de todo el panel de control del aeroplano ser bien evidente.
Otro ejemplo, real: En una escena de Matrix II los protagonistas entran en una discoteca, la música rodea totalmente a todos ellos y la cámara y el punto de vista de los espectadores, pues en 5.1 no es así, la música sólo proviene de los frontales, los traseros mudos. No tiene lógica!
Por si alguen se le ocurre ponerle pegas a este claro ejemplo, diré que el DVD es original y los altavoces están funcionando de forma calibrada, es decir, probados con un test THX y con el ajuste del sonido envolvente de la tarjeta.
Sin mencionar el NEFASTO trabajo (mejor dicho, el NO TRABAJO) en el audio de películas de una cierta antigüedad donde el audio original le dá mil vueltas al subtitulado (con la de medios y opciones que hay para remasterizar audio dañado). Se m viene a la memoria Excalibur, El Coloso en LLamas, El Bueno, El Feo y el Malo, etc...
Malditasea y el caso es que he pagado por esos DVD's.
Con el DVD original Asesinos Cibernéticos tuvé que intercambiar los canales izq y derecho PORQUE ESTABAN AL REVÉS.
Hasta prefiero dejar la reproducción en estéreo y con un divisor de señal mandarla en estéreo a los traseros para dar esa sensación de envolvente, como ocurre con el sonido dentro de un coche, donde es más gustoso escuchar el sonido de los traseros y delanteros a la vez.
Alguien me puede explicar para qué un 5.1
Alguien me puede explicar para qué sirve un 7.1
Ni siquiera en las salas de cine he escuchado claramente como todos los sonidos (o al menos los más destacados) "envuelven" de verdad.
He visto Avatar en 3D y salvo ciertos sonidos que claramente pasaban a los altavoces laterales y traseros, el resto sigue igual.
En todas las escenas en la selva se devería de escuchar el viento, pájaros, personajes que rodean la escena... y no fué así.
Tendré algún síndrome por tomar demasiadas pastillas rojas?
Píldoras rojas, ¡ Que ricas!!
¿Para que vale un 5.1?
Fácil, para escuchar 3 peliculas contadas.
Mi historia resumida. Tengo un 5.1 Montado con todo mi cariño y $. Poco pero montado.
Me compre una grabadora de Bluray para poder ver los bluray en el ordenador.
Tras comprarme el PACK de SPIDERMAN, llego a ver spiderman 3... y en la escena de cuando rodean a VENOM, digo coño.... a ver que tal suena el 5.1 que seguro que es la leche.
Silencio en los altavoces traseros, me doy cuenta que llevo 3 meses escuchando los Bluray en STEREO...... Porque solamente envia el TrueHD por HDMI.... y como yo no tenia de eso.....
Bueno pues a dia de hoy, con un SONY BDP de reproductor Bluray. 2 Teras en Pelis con DTS.... La mejor sensación de Sonido Envolvente, ha sido el Dragon AGE de la XBOX 360...... indigna.... bueno.... Ahi 3 pelis que si se nota el sonido envolvente... en las demás....
Y creo bajo a muy pesar de la gente que habla del tema, los altavoces traseros deben estar más altos que los frontales, para asi corregir la falta de luces de los técnicos de sonido.... y simular un poco mejor los efectos del 5.1
Fácil, para escuchar 3 peliculas contadas.
Mi historia resumida. Tengo un 5.1 Montado con todo mi cariño y $. Poco pero montado.
Me compre una grabadora de Bluray para poder ver los bluray en el ordenador.
Tras comprarme el PACK de SPIDERMAN, llego a ver spiderman 3... y en la escena de cuando rodean a VENOM, digo coño.... a ver que tal suena el 5.1 que seguro que es la leche.
Silencio en los altavoces traseros, me doy cuenta que llevo 3 meses escuchando los Bluray en STEREO...... Porque solamente envia el TrueHD por HDMI.... y como yo no tenia de eso.....
Bueno pues a dia de hoy, con un SONY BDP de reproductor Bluray. 2 Teras en Pelis con DTS.... La mejor sensación de Sonido Envolvente, ha sido el Dragon AGE de la XBOX 360...... indigna.... bueno.... Ahi 3 pelis que si se nota el sonido envolvente... en las demás....
Y creo bajo a muy pesar de la gente que habla del tema, los altavoces traseros deben estar más altos que los frontales, para asi corregir la falta de luces de los técnicos de sonido.... y simular un poco mejor los efectos del 5.1
Mac:: 1+1=2
windows::. 1+1!=2
linux ::. 1+(0.1+0.1+0.1+0.1*(update clientes414 where kde funcione / insert int kernel si sabes lo compilas)=(el vi te rule salga el cristo del cielo, te alumbre )!=2;
windows::. 1+1!=2
linux ::. 1+(0.1+0.1+0.1+0.1*(update clientes414 where kde funcione / insert int kernel si sabes lo compilas)=(el vi te rule salga el cristo del cielo, te alumbre )!=2;
Iago escribió:Alguien me puede explicar para qué un 5.1
Esa pregunta no la harias su hubieses probado el Modern Warfare 2, o el Call Of duty 4 en un sistema Dolby Digital 5.1, es impresionante
.Saludos.
Sherwood, Wharfedale, Magnat, Dual, PC y DRCoP para la sala de musica.
Marantz, kef, PSB y LG para el Home Cinema.
Marantz, kef, PSB y LG para el Home Cinema.
Pero estas hablando de video juegos y los que no jugamos y quieren ver películas???crow escribió:Iago escribió:Alguien me puede explicar para qué un 5.1
Esa pregunta no la harias su hubieses probado el Modern Warfare 2, o el Call Of duty 4 en un sistema Dolby Digital 5.1, es impresionante
Saludos.
UN saludo.
Cuanto mas somos menos nos entendemos, así siempre ganara la injusticia.
Ser mas honrado, hace a la persona mas digna.
Ser mas honrado, hace a la persona mas digna.
Bueno, bueno, bueno, pues ya he puesto en el pc la nueva versión de Lou Reed de su disco “Berlín” (alucinante, oiga) y me dispongo a describir mi camino iniciático al lado rojo. Quizá me extienda un poco más de la cuenta, pero me apetece intercalar, como bien dice Kir, las sensaciones que se van sintiendo. Porque el final de la historia ya lo sabemos, lo bonito es cómo se llega. Si analizais cualquier obra de Shakespeare, vereis que la historia es bastante tonta (Romeo y Julieta: te quiero pero no me dejan, y como no me dejan me engañan, y como me engañan y soy medio lela pues me lo creo y me suicido), pero coño qué bien escrita…
(Éste párrafo lo escribo al final. Aviso que me he extendido muuuuucho, así que vais atener que echarle valor al asunto. Lo siento.)
Empecemos.
ANTECEDENTES DE HECHO: PITUFANDO CON ALEGRÍA
La cosa comienza en serio sobre el año 1996. Hasta entonces yo era un jovenzuelo soltero y con una decente capacidad económica. Desde que acabé la carrera me he dedicado a la exportación de alimentación, recorriendome el mundo de cabo a rabo. ¿Por qué cuento esto? Porque para el asunto que nos concierne mis posibilidades de conseguir discos descatalogados o directamente no editados en España era muy alta.
Ese año 1996 mi novia (hoy mi Almiranta, y por muchos años) y yo decidimos “suicidarnos” y cometer el gran pecado del matrimonio. Como sabeis, una de las costumbre es el “regalo de pedida”. Le dí muchas vueltas al asunto y finalmente me decidí por seguir un gran consejo de mi padre: “hijo, regálate ahora aquello que más deseas, porque luego la vida no te va dar la posibilidad de hacerlo: que si hijos, hipoteca, te cambian las ilusiones, etc.” (como anécdota os diré que también seguí otro gran consejo de “papá”: “yo que tú vendía la Vespa 75 Primavera. Total, ya te has comprado el coche. ¿Para qué la quieres? EL MAYOR ERROR DE MI VIDA) . Así que, en vez de comprarme el típico reloj pues ya os imaginais lo que hice:
- 500.000 pesetas en un “radio cassette”
- 1.000.000 en discos de vinilo
La primera lógica que usé fue:”vamos a ver Gorocica (Javier para los humanos “azules”), el equipo de música es importante, pero más importante es tener mucha música que ponerle”. Dicho y hecho.
Todavía hoy me acuerdo de la cara que puso el dueño de una tienda de Brooklyn cuando le compré 600 vinilos. El buen hombre iba a cerrar el negocio en 15 días y puso los discos a 2 dólares. Me lo comentó un cliente de Nueva York también aficionadillo a esto de la música mientras lo visitaba y fuimos para allá de inmediato. Cuando me vio comprar esa cantidad de discos, me dijo “no vuelvas a decirme que la cosecha de aceitunas de este año ha sido mala…”.
Creo que ya teneis los antecedentes suficientes de por donde iban (y van) mis preferencias, así que entremos en materia azul.
Con mi dinerito ya preparado me dirijo ufano a la que consideraba (y considero) mejor tienda de mi ciudad para Hi End musical. Después de mucho informarme previamente en charlas con amigos audiófilos, algunos músicos de bandas de rock e incluso el Director del Conservatorio de mi ciudad (Manuel Castillo, a mi parecer el mejor compositor español de finales del siglo XX y vecino de mis padres –que en paz descanse-), llegué al establecimiento con unas ideas razonablemente claras, entre la que destacaba no decir cuantos dinero me quería gastar, si no ir probando aparatejos hasta llegar a la mejor combinación con mi presupuesto.
Y a ello me puse. Ya conoceis qué salió, pero lo resumo:
1.- Cd y ampli Rotel
2.- Giradiscos Sherwood
3.- Sintonizador de radio Sherwood
4.- Pletina de cassette Luxman (la cual 14 años después no he estrenado. Espléndido que es uno).
5.- Altavoces CDM1 de Bowers & Wilkins
6.- Cables CD a ampli: creo recordar que son marca Monster. No recuerdo el precio, pero fue una monstruosidad.
7.- Cables y bananas del ampli a los altavoces: con esto me voy a explayar un poco más. En la tienda había muchas clases de cables, de todos los colores y tamaños. Mi gran error fue dejar el asunto de los cables para el final, aunque a mi favor he de decir que sobre cables no tenía mucha idea entonces (después me he tirado años pensando que era un erudito y ahora… imaginaos).
El vendedor (bueno, porque me caló bien calado) me dijo entonces que los cables eran la parte más delicada, y que él prefería esperar a tener todos los componentes de la cadena musical para hacer todo tipo de pruebas en la sala de audición que tienen.
Una semanita me pasé de los nervios esperando la llamada para la prueba, pero poco a poco llegó el día. Sala perfectamente acondicionada, mi equipito montado en el mueble que también había adquirido…. Vamos, lo que nos habrán hecho a muchos de los que estamos por aquí.
Pruebas y más pruebas, cables y más cables, explicaciones y más explicaciones. Resultado final: cables bicableados de 6 milímetros de diámetro con bananas de oro a tutiplén.
Joer, qué contento me fui a casa. Al día siguiente monté el equipo en el salón. En aquel tiempo la casa era para la ya Almiranta y para mí, por lo que el salón de 24 metros se dedicó sólo y exclusivamente para la música: equipo centrado, altavoces separados de las paredes más de 1 metro, cortinas, alfombras, paneles absorbentes detrás de los B&W, mi pequeño paraíso.
Luego, la vida avanza. Llega el pelirrojo al año de la boda, la nena de ojos verdes 2 años después, el trabajo va bien, gracias a Dios (bueno, a Dios y a que me inflo de trabajar y de dejar la familia sola). Cambian las prioridades: coche (el mismo que al casarme; soy muy previsor y ya lo compré grande esperando lo que vendría antes o después), carritos, cunas, biberones; vamos a mudarnos a una casa más grande para estar más a gusto; el salón ya hay que usarlo que ya somos más; mira, de momento pones el equipo aquí y ya cuando sean más mayores lo colocamos mejor; anda, este aparador de cristal rojo quedaría precioso debajo de la lámina de Mondrian (justo al lado del altavoz derecho, claro); mira, vamos a poner la mesa de comedor (de 2,60 metros de cristal con patas de acero; preciosa por cierto) en este lado (delante del equipo) y así los niños tienen más sitio…
Cambios y más cambios, que uno acepta porque renuncias a tu equipo pero ganas otros aspectos familiares que te llenan más, aunque tiempo antes ni te lo imaginaras.
Pero pasan los años y los niños crecen. Y ya no hay cunas, ni biberones, ni pelotazos por el salón. Ya hay ordenadores portátiles en cada cuarto de los niños, clases de inglés, niño estudia más que si nó este año no vas a Irlanda; ¿a las 10 y media en casa el sábado con 12 años? ¿Estás tú chota o qué?; ¿Qué cuánto cuesta este año el traje de flamenca de la niña? Joer. Y te cambian los problemas. Ni mejores ni peores, distintos. Te preocupas más por las cosas, pero el salón (que es a lo que vamos) ya está más despejado.
Y empiezas a elucubrar. Y te fijas en las cosas. Y oyes un día a tu hijo tararear algo así como tu-turu-turu-turuturutu-turu-turu. Y le preguntas
- Iñigo ¿dónde has escuchado esa canción?
- El hermano mayor de Rafa nos la puso ayer en su casa. Es de “Lourrí” y se llama algo así como Wild Side (eso el niño lo dice muy bien, de algo tenía que valer tantos julios en Irlanda)
Y al padre calvo y gordo (es decir, yo) le tiembla el labio inferior y se le ponen los ojos vidriosos. Y el padre se va como un poseso al salón y separa la mesa de cristal, se sube en la silla (la Almiranta anda en otra habitación en ese momento, si nó, no hay coj… valor para hacerlo). Y sacas tu vinilo de Lou Reed llamado Transformer y lo pones en el giradiscos (Kir, por aquello de las sensaciones, fijate en el subconsciente: hace años que tengo ese disco en cd, pero en el momento que ví que al enano le gustaba una de mis canciones preferidas me fui directo al viejo vinilo, pinchado miles de veces en mi juventud…).
- ¡Ésa es, papá! ¡Me gusta un taco! ¿Me traduces la letra?
- Jorl, ésta letra es muy complicada., cabezón (que le empiece a gustar la buena música vale, pero traducirle una canción que va de un vicioso paseandose por calles poco recomendables, pues como que no…)
Y empieza la zona ROJA…
(Venga, un descansito para ir al baño y seguimos con la segunda parte)
(Éste párrafo lo escribo al final. Aviso que me he extendido muuuuucho, así que vais atener que echarle valor al asunto. Lo siento.)
Empecemos.
ANTECEDENTES DE HECHO: PITUFANDO CON ALEGRÍA
La cosa comienza en serio sobre el año 1996. Hasta entonces yo era un jovenzuelo soltero y con una decente capacidad económica. Desde que acabé la carrera me he dedicado a la exportación de alimentación, recorriendome el mundo de cabo a rabo. ¿Por qué cuento esto? Porque para el asunto que nos concierne mis posibilidades de conseguir discos descatalogados o directamente no editados en España era muy alta.
Ese año 1996 mi novia (hoy mi Almiranta, y por muchos años) y yo decidimos “suicidarnos” y cometer el gran pecado del matrimonio. Como sabeis, una de las costumbre es el “regalo de pedida”. Le dí muchas vueltas al asunto y finalmente me decidí por seguir un gran consejo de mi padre: “hijo, regálate ahora aquello que más deseas, porque luego la vida no te va dar la posibilidad de hacerlo: que si hijos, hipoteca, te cambian las ilusiones, etc.” (como anécdota os diré que también seguí otro gran consejo de “papá”: “yo que tú vendía la Vespa 75 Primavera. Total, ya te has comprado el coche. ¿Para qué la quieres? EL MAYOR ERROR DE MI VIDA) . Así que, en vez de comprarme el típico reloj pues ya os imaginais lo que hice:
- 500.000 pesetas en un “radio cassette”
- 1.000.000 en discos de vinilo
La primera lógica que usé fue:”vamos a ver Gorocica (Javier para los humanos “azules”), el equipo de música es importante, pero más importante es tener mucha música que ponerle”. Dicho y hecho.
Todavía hoy me acuerdo de la cara que puso el dueño de una tienda de Brooklyn cuando le compré 600 vinilos. El buen hombre iba a cerrar el negocio en 15 días y puso los discos a 2 dólares. Me lo comentó un cliente de Nueva York también aficionadillo a esto de la música mientras lo visitaba y fuimos para allá de inmediato. Cuando me vio comprar esa cantidad de discos, me dijo “no vuelvas a decirme que la cosecha de aceitunas de este año ha sido mala…”.
Creo que ya teneis los antecedentes suficientes de por donde iban (y van) mis preferencias, así que entremos en materia azul.
Con mi dinerito ya preparado me dirijo ufano a la que consideraba (y considero) mejor tienda de mi ciudad para Hi End musical. Después de mucho informarme previamente en charlas con amigos audiófilos, algunos músicos de bandas de rock e incluso el Director del Conservatorio de mi ciudad (Manuel Castillo, a mi parecer el mejor compositor español de finales del siglo XX y vecino de mis padres –que en paz descanse-), llegué al establecimiento con unas ideas razonablemente claras, entre la que destacaba no decir cuantos dinero me quería gastar, si no ir probando aparatejos hasta llegar a la mejor combinación con mi presupuesto.
Y a ello me puse. Ya conoceis qué salió, pero lo resumo:
1.- Cd y ampli Rotel
2.- Giradiscos Sherwood
3.- Sintonizador de radio Sherwood
4.- Pletina de cassette Luxman (la cual 14 años después no he estrenado. Espléndido que es uno).
5.- Altavoces CDM1 de Bowers & Wilkins
6.- Cables CD a ampli: creo recordar que son marca Monster. No recuerdo el precio, pero fue una monstruosidad.
7.- Cables y bananas del ampli a los altavoces: con esto me voy a explayar un poco más. En la tienda había muchas clases de cables, de todos los colores y tamaños. Mi gran error fue dejar el asunto de los cables para el final, aunque a mi favor he de decir que sobre cables no tenía mucha idea entonces (después me he tirado años pensando que era un erudito y ahora… imaginaos).
El vendedor (bueno, porque me caló bien calado) me dijo entonces que los cables eran la parte más delicada, y que él prefería esperar a tener todos los componentes de la cadena musical para hacer todo tipo de pruebas en la sala de audición que tienen.
Una semanita me pasé de los nervios esperando la llamada para la prueba, pero poco a poco llegó el día. Sala perfectamente acondicionada, mi equipito montado en el mueble que también había adquirido…. Vamos, lo que nos habrán hecho a muchos de los que estamos por aquí.
Pruebas y más pruebas, cables y más cables, explicaciones y más explicaciones. Resultado final: cables bicableados de 6 milímetros de diámetro con bananas de oro a tutiplén.
Joer, qué contento me fui a casa. Al día siguiente monté el equipo en el salón. En aquel tiempo la casa era para la ya Almiranta y para mí, por lo que el salón de 24 metros se dedicó sólo y exclusivamente para la música: equipo centrado, altavoces separados de las paredes más de 1 metro, cortinas, alfombras, paneles absorbentes detrás de los B&W, mi pequeño paraíso.
Luego, la vida avanza. Llega el pelirrojo al año de la boda, la nena de ojos verdes 2 años después, el trabajo va bien, gracias a Dios (bueno, a Dios y a que me inflo de trabajar y de dejar la familia sola). Cambian las prioridades: coche (el mismo que al casarme; soy muy previsor y ya lo compré grande esperando lo que vendría antes o después), carritos, cunas, biberones; vamos a mudarnos a una casa más grande para estar más a gusto; el salón ya hay que usarlo que ya somos más; mira, de momento pones el equipo aquí y ya cuando sean más mayores lo colocamos mejor; anda, este aparador de cristal rojo quedaría precioso debajo de la lámina de Mondrian (justo al lado del altavoz derecho, claro); mira, vamos a poner la mesa de comedor (de 2,60 metros de cristal con patas de acero; preciosa por cierto) en este lado (delante del equipo) y así los niños tienen más sitio…
Cambios y más cambios, que uno acepta porque renuncias a tu equipo pero ganas otros aspectos familiares que te llenan más, aunque tiempo antes ni te lo imaginaras.
Pero pasan los años y los niños crecen. Y ya no hay cunas, ni biberones, ni pelotazos por el salón. Ya hay ordenadores portátiles en cada cuarto de los niños, clases de inglés, niño estudia más que si nó este año no vas a Irlanda; ¿a las 10 y media en casa el sábado con 12 años? ¿Estás tú chota o qué?; ¿Qué cuánto cuesta este año el traje de flamenca de la niña? Joer. Y te cambian los problemas. Ni mejores ni peores, distintos. Te preocupas más por las cosas, pero el salón (que es a lo que vamos) ya está más despejado.
Y empiezas a elucubrar. Y te fijas en las cosas. Y oyes un día a tu hijo tararear algo así como tu-turu-turu-turuturutu-turu-turu. Y le preguntas
- Iñigo ¿dónde has escuchado esa canción?
- El hermano mayor de Rafa nos la puso ayer en su casa. Es de “Lourrí” y se llama algo así como Wild Side (eso el niño lo dice muy bien, de algo tenía que valer tantos julios en Irlanda)
Y al padre calvo y gordo (es decir, yo) le tiembla el labio inferior y se le ponen los ojos vidriosos. Y el padre se va como un poseso al salón y separa la mesa de cristal, se sube en la silla (la Almiranta anda en otra habitación en ese momento, si nó, no hay coj… valor para hacerlo). Y sacas tu vinilo de Lou Reed llamado Transformer y lo pones en el giradiscos (Kir, por aquello de las sensaciones, fijate en el subconsciente: hace años que tengo ese disco en cd, pero en el momento que ví que al enano le gustaba una de mis canciones preferidas me fui directo al viejo vinilo, pinchado miles de veces en mi juventud…).
- ¡Ésa es, papá! ¡Me gusta un taco! ¿Me traduces la letra?
- Jorl, ésta letra es muy complicada., cabezón (que le empiece a gustar la buena música vale, pero traducirle una canción que va de un vicioso paseandose por calles poco recomendables, pues como que no…)
Y empieza la zona ROJA…
(Venga, un descansito para ir al baño y seguimos con la segunda parte)
La ignorancia nos podrá dar placer pero nunca nos hará libres
HECHOS: O DE CÓMO UNA CASUALIDAD ME PRECIPITA A UN PROCESO DE DESPITUFIZACIÓN RADICAL
Tras tantear y convencer a la Almiranta (a la que, por cierto, no le gusta nada Lou Reed ni Tom Waits) se procede a la reordenación del salón. Como bien podréis entender no conseguí tener mi sala de audición de recién casado, pero sí algo más decente de lo que había: al menos entre los altavoces y mis orejas no hay nada.
En los siguientes días procedo a aliviar la curiosidad de mi hijo, que empieza a decubrir una música que no es de Beyoncé y similares. Para no saturarle, decido ir poniendole canciones famosas y “facilonas” de diversos grupos y que a él le empiezan a sonar aunque no sepa de qué:
“Smoke on the water” de Deep Purple
“Satisfaction” de Rolling Stones
“Light ny fire” de The Doors
Etc, etc.
¿Qué genera ésto? Pues que el lector de cd se esté abriendo y cerrando decenas de veces al día: una canción de este cd, otra del otro, y así sucesivamente. Consecuencia: se estropea el motorcito de apertura, aunque no se bloquea, de manera que se puede seguir utilizando “manualmente”, abriendo y cerrando con la mano.
Al pasar un par de días decido ir a arreglar este motorcito, así que el sábado por la mañana empiezo a desconectar el aparato. Mientras estoy en ello, me dice mi hijo:
- Oye, mientras se arregla no podemos escuchar los cd’s. Podríamos conectar el walkman que me regalaron en mi comunión (marca Carrefour, anda que se estiró mucho el que se lo regaló).
-Hombre –dije yo- poder se puede. Sonará peor, pero bueno, mejor que nada. Venga, traelo y lo conectamos.
Mi hijo trae el walkman y cuando estoy conectando los cables al ampli me suena el móvil con una llamada de un cliente de Arabia Saudita (su costumbre de no trabajar en viernes me fastidia a mí el sábado y domingo; además pienso que me llaman en fin de semana para fastidiarme…). Y aquí llega la casualidad:
- Íñigo, termina tú de conectar el cable mientras hablo.
Hablo con el árabe y a los 3 o 4 minutos vuelvo al salón, donde está sonando “Starway to Heaven” de Led Zeppelin
- ¡Tío, te dije que conectaras el walkman, no que conectaras otra vez el Rotel, so melón!
- ¡Éso es lo que he hecho, papá! – responde mi hijo con al indignación típica de su edad cuando saben que tienen razón.
- ¿Cómo?
- ¿Eh?
- A ver que yo vea…
- Pues sí que tienes razón.
Buff… Mantengamos la calma. Quizás no lo he escuchado bien. Vale. Venga. Analicemos. A experimentar.
Le digo a mi hijo que conecte ahora el Rotel y a ver. Prueba visual, yo estoy delante mientras cambia los cables. Nada. Igual. O eso me parece. Cambiamos otra vez. Seguimos en visual. Lo mismo. Bien. Usemos la mente analítica.
Pongo a mi hijo a alternar walkman y lector Rotel a su antojo, pero esta vez me salgo yo del salón, él me tiene que avisar pero no me tiene que decir qué aparato suena. Ya es una prueba un poco más ciega.
Nada. Ni por asomo. Suena exactamente igual. No tengo capacidad de distinguirlo. Hacemos la prueba 8 o 9 veces. Resultado: el mismo, los dos suenan de puta madre.
Buff. Más buff. A ver, Gorocica, reflexiona. Piensa. Piensa más. Estrújate.
¡Ya está! Mi ampli Rotel es tan bueno que cualquier lector de cd que le pongas es capaz de sacar lo mejor de sí mismo. ¡Eso era! ¡Es evidente! Y además, si me pongo a mejorar la acústica del salón se verán las diferencias entre los dos lectores de una manera clara.
¡Qué a gusto me quedé! Estuve satisfecho de mí mismo durante un buen rato, pero… como soy un escéptico por convicción (momento kit kat: a los escépticos como yo –que es obvio que este foro está a rebosar- os recomiendo un libro de Eslava Galán llamado Historia de España contada para escépticos…), empecé a enredar.
Aunque soy de Letras, por razón de mi trabajo he tenido que intervenir de manera activa en el diseño de varias líneas de envasado de aceitunas y aceite de oliva. Por no enrollarme mucho, he aprendido que una cadena de producción se basa en que la máquina posterior siempre tiene que ser más rápida que la máquina anterior, para impedir que se colapse la línea (si la llenadora de aceitunas hace 200 frascos por minuto, la encajadora de frascos habrá de encajar con facilidad más de esos 200 frascos, ya que si nó se tapona la línea). Pero lo que hay que tener claro es que la velocidad final la da la primera máquina (la llenadora de aceitunas), porque por mucho que corran las máquinas siguientes, si no llegan frascos, ¿qué leches va a encajar?
Si traducimos lo anterior a mi equipo de música, lo que pensé fue: por muy bueno que sea el ampli, no puede sacar del lector lo que éste no da. O en otras palabras, hay 2 opciones:
1.- el ampli va muy sobrado, es decir, tengo demasiada ociosa del ampli.
2.- los que van sobrados son los lectores, con cualquier lector se le saca toda la información al cd.
Y a ésto se le añade una tercera y obvia opción: van sobrados los dos, el ampli y los lectores.
Ea, pues ya tengo la tarde echada. Y venga a darle vueltas a todo esto. Pero vueltas. Y decido actuar.
Llamo a mi hermano, un año mayor que yo y soltero, y le digo que se acerque “a casa” (me imagino que, como todo el mundo, “mi casa” es la de mis padres, aunque la que pago es donde vivo con mi Almiranta y los grumetes…) y se traiga el equipo Toshiba que nos regalaron nuestros padres en el año 79 por Reyes.
- Joer, ¿para qué quieres eso?
- Tú traelo y no preguntes, que yo pongo las cervezas
Y comienza la debacle…
Domingo, 9 y media de la mañana. Mi hermano llega con el equipo, que mis padres tenían en el trastero. Volví a ver mi ampli/sintonizador de radio de 50 watios con su dial en azul: momento para la nostalgia, tempus fugit y demás.
Antes de colocar nada, elegimos las canciones a escuchar. Si lo hacemos, lo hacemos bien. Revisamos por encima los cd’s y decidimos varias canciones de estilos totalmente distintos, para sentir las diferentes posibilidades sonoras:
1.- “Common Ground” de Alasdair Fraser. Violín y piano
2.- “Koyaanisqatsi” de Philip Glass. Orquesta + sintetizadores: mucho contrapunto, melodías secuenciales, etc.
3.- “La Flauta Mágica” de Mozart. Ópera con muchos agudos de la soprano.
4.- “Ragged Glory”, Neil Young desmelenado, acoplando los ampli, distorsión a patadas…
5.- “Monkey’s gonne to heaven” de The Pixies: guitarras y batería potentes, bajos muy marcados.
6.- “Sweet Jane” de Lou Reed en su versión del disco “Rock’n roll Animal”: punteos agudos brutales de Steve Hunter, voces del público. Sí, ya sé, muy parecido sonoramente a Neil Young, pero es una manía mía. Para mí es la mejor canción de la historia, y cada vez que estreno algún aparato o simplemente cambio de sitio el equipo de música, la primera canción que escucho es ésta…
Luego decidimos el sistema de escucha: fundamental que al entrar el equipo esté totalmente en silencio, y que Iñigo vaya subiendo el volumen poco a poco hasta decir basta el “escuchante”.
La segunda premisa es para mí muy importante: como no tenemos sistemas objetivos de audición (medición en los bornes y demás) hemos de sustituirlos por sistemas “filosóficos”: si va a haber diferencia sonoras (como así suponíamos), lo difícil será valorar esas diferencias en un plano económico. Es decir, he notado la diferencia pero, ¿justifica la diferencia de precio entre un equipo y otro?
Al lío. El procedimiento: cd rotel, intercambio de amplis (Toshiba – Rotel), mi hijo Íñigo de “dj”. Prueba ciega. Primero entro yo escucho una canción y apunto. Salgo y vuelvo a escuchar la misma canción con el otro ampli y vuelvo a apuntar. Después entra mi hermano (que no me ha visto saliendo y entrando) y hace lo mismo. Cuando él hace las dos audiciones nos reunimos y comentamos. Así en la 6 canciones.
Nada. ABSOLUTAMENTE NADA. INFINITAMENTE NADA. NADA ELEVADO AL CUBO.
Relax. Al fin y al cabo es sólo música, y el equipo está más que amortizado. Sigamos, queda mucho.
Segunda prueba: Walkman Carrefour , intercambio de amplis. Mismo procedimiento, mismas canciones, MISMO RESULTADO
Reunión de crisis: medidas a tomar. Brain storming y buena aportación de mi hijo:
- Papá, yo ya estoy cansado de oír las mismas canciones. ¿Por qué no ponemos a mamá a escuchar?
Traducción técnica de la frase de mi hijo: “posiblemente nosotros 3 ya estemos saturados acústicamente, además de tener una cierta tendencia subjetiva a intentar diferenciar los sonidos escuchados. Sin embargo, a mamá no le interesa especialmente la música y menos aún el equipo emisor, que ella con el transistor de la radio-despertador va que chuta”
Y eso hicimos. Senté a la Almiranta y le hice las 2 pruebas anteriores con la canción de Miguel Bosé “El hijo del Capitán Trueno”. La razón de ello fue que si no le atrae la música, al menos que haga la prueba con una canción que le guste. Resultado: pues está claro…
Como última prueba de la sesión matutina puse a mi hermano a distinguir lector Walkman Carrefour con lector Rotel y ampli Rotel. Dos audiciones bastaron para confirmar lo esperado: no hay diferencias.
¿Qué hacer? ¿Qué hacemos? ¿Cómo lo hacemos? Solución a las tres preguntas: vamos a bajar al bar de José Antonio, que tiene unas tapas de muerte. Moción aprobada por aclamación (sobre todo por Yago, mi bulldog francés, que con tanto trajín se me había olvidado bajarle por la mañana).
Comentarios de mi Almiranta en el bar: pues sí que está preocupado el calvo (el cabrón de mi hermano es igual que yo, pero tiene pelo hasta los ojos, el muy…), que sólo bebe agua, cuando le podrían nombrar hijo predilecto de La Rioja…
Y sí que lo estaba. Preocupado no es la palabra. Realmente estaba expectante. Por un lado, una cierta sensación de engañado, pero por el otro la emoción de estar llegando a un sitio desconocido, no sabía si mejor, pero en cierta manera era adentrarse en una aventura. Así que decidí beber sólo agua para tener todos los sentidos lo más despiertos posibles.
Vuelta al trabajo. Resumen de la experiencia y fijación de nuevo objetivos ¿Qué mirar ahora? En teoría, no quedaba mucho más que mejorar la acústica, pero eso iba a estar complicado.
En esas, mi hermano dice:
- Oye, en el coche tengo también los altavoces del Toshiba. ¿Los subo para ver qué tal?
- Pues vale. Total…
Nueva sesión de nostalgia, esos baffles de 2 vías color gris y en vez de madera, aglomerado. Y con sus cables rojo y negro (ay, ay, ay…).
Venga, a conectar. Fuera B&W y dentro Toshibas. No podemos conectar éstos últimos con mis magníficos cables gordos como mangueras y bananas con oro, ribetes y fanfarrias varias ya que están bicableados, y estos baffles son de los que “pellizcan” el cable pelado Bueno, pues con sus cables rojo y negro (más ay, ay, ay…).
Prueba desastrosa. Era demasiado evidente que sonaban muchísimo peor que mis B&W. Escuché 2 canciones y me bastó. Mi hermano sólo una y suficiente. Una nueva sesión de nostalgia: “te acuerdas cuando nos parecían los mejores altavoces del mundo y la de amigos que venían a escucharlos..”
Bueno, pues se acabó lo que se daba. Hasta aquí hemos llegado. Conclusiones finales:
1.- El lector de CD da lo mismo.
2.- El ampli también. Como tenemos algo de conocimiento, acordamos que el viejo Toshiba sigue siendo un magnífico ampli, y que tienes cojones que en tantos años no haya avanzado la amplificación. Que hay que tener un ampli suficiente, aunque no cortito.
3.- Y tengo unos altavoces que vaya tela y cómo se nota el bicableado. Que el dinero hay que dejarselo ahí y no en otras cosas que son muy bonitas, con muchas lucecitas y que parecen diseñadas por Philip Starck, pero que no sirven para nada. (En resumidas cuentas, onanismo mental compartido).
Y, sin saberlo, mi hermano hizo de Morpheus (pastilla roja, pastilla azul) y dijo:
- ¿Y si conectamos los B&W con los cables del Toshiba (rojo y negro, insisto)?
- Vaya, con la de cambios que hemos hecho hoy, uno más… (ya ni Camarón dijo bastantes ay, ay, ay…)
Ahí estamos. Eruditos en la materia, los dos dijimos casi al unísono “que no se nos olvide bicablear, que si nó no funcionan los B&W”. Por lo tanto, cortamos un pedacito de cada cable para interconectar los bornes negativos y positivos (cada uno con su signo). Y a conectar.
- Bah, ni te salgas del salón, que esto va a cantar al momento – dije yo
- Voy por cervezas – dijo él – para lo que se va a oir, desde la cocina sobra.
Y conecto. Y le doy al volumen sin prestar demasiada atención. Y aquello suena. Y suena. Ostias, que suena (perdón por el vocabulario, pero mientras lo escribo me voy calentando. Mejor así, más real…). Y cómo suena.
Y vuelta a empezar. Amplis, lectores y cables. Variaciones entre ellos. Mi cara colgando más que los mofletes de mi perro.
Son ya las 10 de la noche. Puedo presumir y presumo de ser un magnífico cocinero (mis 130 kilos de peso me avalan), y al salir de una de las audiciones alternadas con mi hermano, me suelta la Almiranta:
- ¿Qué, te pones a hacer la merlucita en salsa verde?
- Pide pizzas.
La jefa, mujer y hábil, no dijo nada, cogió el teléfono inalámbrico, llamó a los niños y se encerró en la salita. Media hora más tarde llegó el pizzero. Mi mujer abrió, cogió las pizzas, pagó, cerró la puerta, llamó a la puerta del salón y cuando la abrió mi hermano vio en el suelo una pizza tamaño familiar, pero mi santa ya estaba en la salita.
Aclaración de sensaciones: YO JAMÁS HE PEDIDO UNA PIZZA. Claro que las he comido y muchas veces, pero porque los niños tenían el antojo y yo siempre decía: pues vale… Y no están malas, pero por lo que cuestan os hago una pierna de cordero al romero que os temblarían las piernas…
En este momento lo suyo sería que escribiera mi hermano, pero todo no puede ser. Según él cuenta a todo el que se encuentra, después de hacer todas las pruebas, me fui a mi nevera de vinos (sibarita que es uno), me abrí una botella de Mauro, que cogí una copa (ni siquiera le ofrecí a mi hermano) y me quedé callado. Me eché una copita, la dejé encima de la mesa auxiliar y no volví a tocarla. Ni un gesto, nada.
Yo recuerdo aquel momento como estar en el limbo: ni bien ni mal, prácticamente ningún pensamiento. Recuerdo pensar en chorradas: jurl, vaya mancha tiene el techo en aquella esquina; tengo que llevar el coche a la revisión, cosas aí Algún amigo me ha comentado que en esos momentos estuve en una especie de shock parecido a cuando a alguien le falta un ser querido. La mente se bloquea y se produce a sí misma un efecto de satisfacción. No sé, quizás un poco exagerado. Puede que tenga razón, pero ya sabeis que los psicólogos están un poco “pallá”…
A la media hora ya empecé a reaccionar. Me levanté, vi el tinto (coño, una copita…), salí del salón y fui a la salita con la family. Abrí la puerta y dije aquello de “he visto la luz”. Descojono generalizado y a otra cosa, tele, niños, el Athletic le ganó al Real Madrid, en fin, lo normal (ya me gustaría a mí, je, je…).
Ya al día siguiente me llamó mi hermano y me preguntó qué tal. Y eso lo cuento ahora, en las conclusiones. Venga, todo el mundo a descansar de este tocho que estoy soltando. En el siguiente suelto mis conclusiones
Tras tantear y convencer a la Almiranta (a la que, por cierto, no le gusta nada Lou Reed ni Tom Waits) se procede a la reordenación del salón. Como bien podréis entender no conseguí tener mi sala de audición de recién casado, pero sí algo más decente de lo que había: al menos entre los altavoces y mis orejas no hay nada.
En los siguientes días procedo a aliviar la curiosidad de mi hijo, que empieza a decubrir una música que no es de Beyoncé y similares. Para no saturarle, decido ir poniendole canciones famosas y “facilonas” de diversos grupos y que a él le empiezan a sonar aunque no sepa de qué:
“Smoke on the water” de Deep Purple
“Satisfaction” de Rolling Stones
“Light ny fire” de The Doors
Etc, etc.
¿Qué genera ésto? Pues que el lector de cd se esté abriendo y cerrando decenas de veces al día: una canción de este cd, otra del otro, y así sucesivamente. Consecuencia: se estropea el motorcito de apertura, aunque no se bloquea, de manera que se puede seguir utilizando “manualmente”, abriendo y cerrando con la mano.
Al pasar un par de días decido ir a arreglar este motorcito, así que el sábado por la mañana empiezo a desconectar el aparato. Mientras estoy en ello, me dice mi hijo:
- Oye, mientras se arregla no podemos escuchar los cd’s. Podríamos conectar el walkman que me regalaron en mi comunión (marca Carrefour, anda que se estiró mucho el que se lo regaló).
-Hombre –dije yo- poder se puede. Sonará peor, pero bueno, mejor que nada. Venga, traelo y lo conectamos.
Mi hijo trae el walkman y cuando estoy conectando los cables al ampli me suena el móvil con una llamada de un cliente de Arabia Saudita (su costumbre de no trabajar en viernes me fastidia a mí el sábado y domingo; además pienso que me llaman en fin de semana para fastidiarme…). Y aquí llega la casualidad:
- Íñigo, termina tú de conectar el cable mientras hablo.
Hablo con el árabe y a los 3 o 4 minutos vuelvo al salón, donde está sonando “Starway to Heaven” de Led Zeppelin
- ¡Tío, te dije que conectaras el walkman, no que conectaras otra vez el Rotel, so melón!
- ¡Éso es lo que he hecho, papá! – responde mi hijo con al indignación típica de su edad cuando saben que tienen razón.
- ¿Cómo?
- ¿Eh?
- A ver que yo vea…
- Pues sí que tienes razón.
Buff… Mantengamos la calma. Quizás no lo he escuchado bien. Vale. Venga. Analicemos. A experimentar.
Le digo a mi hijo que conecte ahora el Rotel y a ver. Prueba visual, yo estoy delante mientras cambia los cables. Nada. Igual. O eso me parece. Cambiamos otra vez. Seguimos en visual. Lo mismo. Bien. Usemos la mente analítica.
Pongo a mi hijo a alternar walkman y lector Rotel a su antojo, pero esta vez me salgo yo del salón, él me tiene que avisar pero no me tiene que decir qué aparato suena. Ya es una prueba un poco más ciega.
Nada. Ni por asomo. Suena exactamente igual. No tengo capacidad de distinguirlo. Hacemos la prueba 8 o 9 veces. Resultado: el mismo, los dos suenan de puta madre.
Buff. Más buff. A ver, Gorocica, reflexiona. Piensa. Piensa más. Estrújate.
¡Ya está! Mi ampli Rotel es tan bueno que cualquier lector de cd que le pongas es capaz de sacar lo mejor de sí mismo. ¡Eso era! ¡Es evidente! Y además, si me pongo a mejorar la acústica del salón se verán las diferencias entre los dos lectores de una manera clara.
¡Qué a gusto me quedé! Estuve satisfecho de mí mismo durante un buen rato, pero… como soy un escéptico por convicción (momento kit kat: a los escépticos como yo –que es obvio que este foro está a rebosar- os recomiendo un libro de Eslava Galán llamado Historia de España contada para escépticos…), empecé a enredar.
Aunque soy de Letras, por razón de mi trabajo he tenido que intervenir de manera activa en el diseño de varias líneas de envasado de aceitunas y aceite de oliva. Por no enrollarme mucho, he aprendido que una cadena de producción se basa en que la máquina posterior siempre tiene que ser más rápida que la máquina anterior, para impedir que se colapse la línea (si la llenadora de aceitunas hace 200 frascos por minuto, la encajadora de frascos habrá de encajar con facilidad más de esos 200 frascos, ya que si nó se tapona la línea). Pero lo que hay que tener claro es que la velocidad final la da la primera máquina (la llenadora de aceitunas), porque por mucho que corran las máquinas siguientes, si no llegan frascos, ¿qué leches va a encajar?
Si traducimos lo anterior a mi equipo de música, lo que pensé fue: por muy bueno que sea el ampli, no puede sacar del lector lo que éste no da. O en otras palabras, hay 2 opciones:
1.- el ampli va muy sobrado, es decir, tengo demasiada ociosa del ampli.
2.- los que van sobrados son los lectores, con cualquier lector se le saca toda la información al cd.
Y a ésto se le añade una tercera y obvia opción: van sobrados los dos, el ampli y los lectores.
Ea, pues ya tengo la tarde echada. Y venga a darle vueltas a todo esto. Pero vueltas. Y decido actuar.
Llamo a mi hermano, un año mayor que yo y soltero, y le digo que se acerque “a casa” (me imagino que, como todo el mundo, “mi casa” es la de mis padres, aunque la que pago es donde vivo con mi Almiranta y los grumetes…) y se traiga el equipo Toshiba que nos regalaron nuestros padres en el año 79 por Reyes.
- Joer, ¿para qué quieres eso?
- Tú traelo y no preguntes, que yo pongo las cervezas
Y comienza la debacle…
Domingo, 9 y media de la mañana. Mi hermano llega con el equipo, que mis padres tenían en el trastero. Volví a ver mi ampli/sintonizador de radio de 50 watios con su dial en azul: momento para la nostalgia, tempus fugit y demás.
Antes de colocar nada, elegimos las canciones a escuchar. Si lo hacemos, lo hacemos bien. Revisamos por encima los cd’s y decidimos varias canciones de estilos totalmente distintos, para sentir las diferentes posibilidades sonoras:
1.- “Common Ground” de Alasdair Fraser. Violín y piano
2.- “Koyaanisqatsi” de Philip Glass. Orquesta + sintetizadores: mucho contrapunto, melodías secuenciales, etc.
3.- “La Flauta Mágica” de Mozart. Ópera con muchos agudos de la soprano.
4.- “Ragged Glory”, Neil Young desmelenado, acoplando los ampli, distorsión a patadas…
5.- “Monkey’s gonne to heaven” de The Pixies: guitarras y batería potentes, bajos muy marcados.
6.- “Sweet Jane” de Lou Reed en su versión del disco “Rock’n roll Animal”: punteos agudos brutales de Steve Hunter, voces del público. Sí, ya sé, muy parecido sonoramente a Neil Young, pero es una manía mía. Para mí es la mejor canción de la historia, y cada vez que estreno algún aparato o simplemente cambio de sitio el equipo de música, la primera canción que escucho es ésta…
Luego decidimos el sistema de escucha: fundamental que al entrar el equipo esté totalmente en silencio, y que Iñigo vaya subiendo el volumen poco a poco hasta decir basta el “escuchante”.
La segunda premisa es para mí muy importante: como no tenemos sistemas objetivos de audición (medición en los bornes y demás) hemos de sustituirlos por sistemas “filosóficos”: si va a haber diferencia sonoras (como así suponíamos), lo difícil será valorar esas diferencias en un plano económico. Es decir, he notado la diferencia pero, ¿justifica la diferencia de precio entre un equipo y otro?
Al lío. El procedimiento: cd rotel, intercambio de amplis (Toshiba – Rotel), mi hijo Íñigo de “dj”. Prueba ciega. Primero entro yo escucho una canción y apunto. Salgo y vuelvo a escuchar la misma canción con el otro ampli y vuelvo a apuntar. Después entra mi hermano (que no me ha visto saliendo y entrando) y hace lo mismo. Cuando él hace las dos audiciones nos reunimos y comentamos. Así en la 6 canciones.
Nada. ABSOLUTAMENTE NADA. INFINITAMENTE NADA. NADA ELEVADO AL CUBO.
Relax. Al fin y al cabo es sólo música, y el equipo está más que amortizado. Sigamos, queda mucho.
Segunda prueba: Walkman Carrefour , intercambio de amplis. Mismo procedimiento, mismas canciones, MISMO RESULTADO
Reunión de crisis: medidas a tomar. Brain storming y buena aportación de mi hijo:
- Papá, yo ya estoy cansado de oír las mismas canciones. ¿Por qué no ponemos a mamá a escuchar?
Traducción técnica de la frase de mi hijo: “posiblemente nosotros 3 ya estemos saturados acústicamente, además de tener una cierta tendencia subjetiva a intentar diferenciar los sonidos escuchados. Sin embargo, a mamá no le interesa especialmente la música y menos aún el equipo emisor, que ella con el transistor de la radio-despertador va que chuta”
Y eso hicimos. Senté a la Almiranta y le hice las 2 pruebas anteriores con la canción de Miguel Bosé “El hijo del Capitán Trueno”. La razón de ello fue que si no le atrae la música, al menos que haga la prueba con una canción que le guste. Resultado: pues está claro…
Como última prueba de la sesión matutina puse a mi hermano a distinguir lector Walkman Carrefour con lector Rotel y ampli Rotel. Dos audiciones bastaron para confirmar lo esperado: no hay diferencias.
¿Qué hacer? ¿Qué hacemos? ¿Cómo lo hacemos? Solución a las tres preguntas: vamos a bajar al bar de José Antonio, que tiene unas tapas de muerte. Moción aprobada por aclamación (sobre todo por Yago, mi bulldog francés, que con tanto trajín se me había olvidado bajarle por la mañana).
Comentarios de mi Almiranta en el bar: pues sí que está preocupado el calvo (el cabrón de mi hermano es igual que yo, pero tiene pelo hasta los ojos, el muy…), que sólo bebe agua, cuando le podrían nombrar hijo predilecto de La Rioja…
Y sí que lo estaba. Preocupado no es la palabra. Realmente estaba expectante. Por un lado, una cierta sensación de engañado, pero por el otro la emoción de estar llegando a un sitio desconocido, no sabía si mejor, pero en cierta manera era adentrarse en una aventura. Así que decidí beber sólo agua para tener todos los sentidos lo más despiertos posibles.
Vuelta al trabajo. Resumen de la experiencia y fijación de nuevo objetivos ¿Qué mirar ahora? En teoría, no quedaba mucho más que mejorar la acústica, pero eso iba a estar complicado.
En esas, mi hermano dice:
- Oye, en el coche tengo también los altavoces del Toshiba. ¿Los subo para ver qué tal?
- Pues vale. Total…
Nueva sesión de nostalgia, esos baffles de 2 vías color gris y en vez de madera, aglomerado. Y con sus cables rojo y negro (ay, ay, ay…).
Venga, a conectar. Fuera B&W y dentro Toshibas. No podemos conectar éstos últimos con mis magníficos cables gordos como mangueras y bananas con oro, ribetes y fanfarrias varias ya que están bicableados, y estos baffles son de los que “pellizcan” el cable pelado Bueno, pues con sus cables rojo y negro (más ay, ay, ay…).
Prueba desastrosa. Era demasiado evidente que sonaban muchísimo peor que mis B&W. Escuché 2 canciones y me bastó. Mi hermano sólo una y suficiente. Una nueva sesión de nostalgia: “te acuerdas cuando nos parecían los mejores altavoces del mundo y la de amigos que venían a escucharlos..”
Bueno, pues se acabó lo que se daba. Hasta aquí hemos llegado. Conclusiones finales:
1.- El lector de CD da lo mismo.
2.- El ampli también. Como tenemos algo de conocimiento, acordamos que el viejo Toshiba sigue siendo un magnífico ampli, y que tienes cojones que en tantos años no haya avanzado la amplificación. Que hay que tener un ampli suficiente, aunque no cortito.
3.- Y tengo unos altavoces que vaya tela y cómo se nota el bicableado. Que el dinero hay que dejarselo ahí y no en otras cosas que son muy bonitas, con muchas lucecitas y que parecen diseñadas por Philip Starck, pero que no sirven para nada. (En resumidas cuentas, onanismo mental compartido).
Y, sin saberlo, mi hermano hizo de Morpheus (pastilla roja, pastilla azul) y dijo:
- ¿Y si conectamos los B&W con los cables del Toshiba (rojo y negro, insisto)?
- Vaya, con la de cambios que hemos hecho hoy, uno más… (ya ni Camarón dijo bastantes ay, ay, ay…)
Ahí estamos. Eruditos en la materia, los dos dijimos casi al unísono “que no se nos olvide bicablear, que si nó no funcionan los B&W”. Por lo tanto, cortamos un pedacito de cada cable para interconectar los bornes negativos y positivos (cada uno con su signo). Y a conectar.
- Bah, ni te salgas del salón, que esto va a cantar al momento – dije yo
- Voy por cervezas – dijo él – para lo que se va a oir, desde la cocina sobra.
Y conecto. Y le doy al volumen sin prestar demasiada atención. Y aquello suena. Y suena. Ostias, que suena (perdón por el vocabulario, pero mientras lo escribo me voy calentando. Mejor así, más real…). Y cómo suena.
Y vuelta a empezar. Amplis, lectores y cables. Variaciones entre ellos. Mi cara colgando más que los mofletes de mi perro.
Son ya las 10 de la noche. Puedo presumir y presumo de ser un magnífico cocinero (mis 130 kilos de peso me avalan), y al salir de una de las audiciones alternadas con mi hermano, me suelta la Almiranta:
- ¿Qué, te pones a hacer la merlucita en salsa verde?
- Pide pizzas.
La jefa, mujer y hábil, no dijo nada, cogió el teléfono inalámbrico, llamó a los niños y se encerró en la salita. Media hora más tarde llegó el pizzero. Mi mujer abrió, cogió las pizzas, pagó, cerró la puerta, llamó a la puerta del salón y cuando la abrió mi hermano vio en el suelo una pizza tamaño familiar, pero mi santa ya estaba en la salita.
Aclaración de sensaciones: YO JAMÁS HE PEDIDO UNA PIZZA. Claro que las he comido y muchas veces, pero porque los niños tenían el antojo y yo siempre decía: pues vale… Y no están malas, pero por lo que cuestan os hago una pierna de cordero al romero que os temblarían las piernas…
En este momento lo suyo sería que escribiera mi hermano, pero todo no puede ser. Según él cuenta a todo el que se encuentra, después de hacer todas las pruebas, me fui a mi nevera de vinos (sibarita que es uno), me abrí una botella de Mauro, que cogí una copa (ni siquiera le ofrecí a mi hermano) y me quedé callado. Me eché una copita, la dejé encima de la mesa auxiliar y no volví a tocarla. Ni un gesto, nada.
Yo recuerdo aquel momento como estar en el limbo: ni bien ni mal, prácticamente ningún pensamiento. Recuerdo pensar en chorradas: jurl, vaya mancha tiene el techo en aquella esquina; tengo que llevar el coche a la revisión, cosas aí Algún amigo me ha comentado que en esos momentos estuve en una especie de shock parecido a cuando a alguien le falta un ser querido. La mente se bloquea y se produce a sí misma un efecto de satisfacción. No sé, quizás un poco exagerado. Puede que tenga razón, pero ya sabeis que los psicólogos están un poco “pallá”…
A la media hora ya empecé a reaccionar. Me levanté, vi el tinto (coño, una copita…), salí del salón y fui a la salita con la family. Abrí la puerta y dije aquello de “he visto la luz”. Descojono generalizado y a otra cosa, tele, niños, el Athletic le ganó al Real Madrid, en fin, lo normal (ya me gustaría a mí, je, je…).
Ya al día siguiente me llamó mi hermano y me preguntó qué tal. Y eso lo cuento ahora, en las conclusiones. Venga, todo el mundo a descansar de este tocho que estoy soltando. En el siguiente suelto mis conclusiones
La ignorancia nos podrá dar placer pero nunca nos hará libres
cuidao.... que el tío este por lo menos es sevillano......
y me parece que asiduo de la tienda de daniel el travieso....
y pesa 130kg?....
tío, tú te has retratao!!!
uyyyyy te acabas de condenar al ostracismo
(no aquí)
y te van a salvar muchas cosas:
los led zepplin, deep purple y demás, lo primero
la pocaverguenza, lo segundo
lo bien que lo cuentas, lo tercero
y el hiperrealismo (como la vida misma) lo cuarto....
esto es una metamorfosis, y una mierda para kafka
sigue, sigue.......
PD: yo nuuuunca he sido sevillano, y al que lo diga lemetodostias
y me parece que asiduo de la tienda de daniel el travieso....
y pesa 130kg?....
tío, tú te has retratao!!!
uyyyyy te acabas de condenar al ostracismo
(no aquí)
y te van a salvar muchas cosas:
los led zepplin, deep purple y demás, lo primero
la pocaverguenza, lo segundo
lo bien que lo cuentas, lo tercero
y el hiperrealismo (como la vida misma) lo cuarto....
esto es una metamorfosis, y una mierda para kafka
sigue, sigue.......
PD: yo nuuuunca he sido sevillano, y al que lo diga lemetodostias
"quod gratis asseritur, gratis negatur"