El verano pasado me ocurrió un caso cuanto menos interesante.
Veníamos de la Playa (con la family), en un momento dado y en autopista, estaba adelantando a un camión (a unos 130 km/h) y detrás mío un niñato con un BMW, pegadito a mi culo y haciendo largas para que me apartase, cosa imposible ya que estaba en pleno adelantamiento.
Vale, cuando terminé la maniobra, me aparté al carril derecho y el cabrón me adelantó y se puso delante, reduciendo la marcha de repente a unos 80 km/h, iríamos a 120-130; haciéndome frenar de inmediato porque me lo comía, hasta mi hija (con doce años) sintió pánico y se puso a llorar.
En fin cosas de la vida... unos 5-6 kilómetros más adelante (en la salida que tomo para ir a casa), me lo encuentro parado en un semáforo delante mío

, no me lo pensé ni media vez, tiré del freno de mano y me bajé del coche con las llaves de casa entre los nudillos (una en cada dedo), mira por dónde estaba con la ventanilla bajada esperando a que se pusise el semáforo en verde y con el radiocassete con el Chun, chun, chun. Le metí un puñetazo en la puta boca a través de la ventanilla, que aún me duelen los nudillos. Se puso el semáforo en verde y tuve que adelantarlo para seguir mi camino porque él se quedó durmiendo plácidamente sobre el volante de su BMW.
La suerte fué que perdió el conocimiento, porque si sale del coche... pongo la calle perdida de tripas y el BMW lo dejo para tacos de escopeta, en ese momento me sudaba la polla todo y lo hubiese abierto como a un pescado sin ningún miramiento.
Y me dá igual contarlo aquí y en público, y sabéis porqué???
Pues porque en esa situación lo volvería ha hacer una y mil veces.
Un saludo.
Juanma.