Ayer vi está película en Canal+ y me gustó mucho.
No la conocía ni tampoco el libro en el que se basa el guión.
Aunque los plastas y muy pedantes críticos cinematográficos del Pais, El mundo, ABC, etc... (los que añaden estrellitas en las guías de cine) la ponen "regular" por que tiende al melodrama y no entra en carnaza política, a mi el relato de la historia me parece muy bueno y el retraro del entorno histórico (sin entrar enfectivamente en valoraciones) fiel a la realidad.
http://www.labutaca.net/films/58/thekiterunner.php
http://www.labutaca.net/films/58/thekiterunner1.php
http://www.labutaca.net/films/58/thekiterunner2.php
Cometas en el cielo
Bienvenido al foro, siéntate y siéntete como en tu propia casa, ya la veremos y te comentaremos. 
Esta es una mirada local del film, cuando la vea veré si con tu recomendación o con la de Arahuete, o como síntesis con ninguna de las dos.
Un film difícil de remontar
Cometas en el cielo
(The kite runner - EEUU / 2007 - 126min)
Dirección: Marc Forster
Intérpretes: Shaun Toub, Khalid Abdalla, Atossa Leoni, Ahmad Khan Mahmidzada y Homayoun Ershadi
Fecha de estreno: 14-02-2008
Resulta desconcertante que el director Marc Forster (Cambio de vida –Monster’s Ball-, Más extraño que la ficción) se haya hollywoodiotizado en tan poco tiempo. Cometas en el cielo (traducción local de The Kitte Runner, algo así como el “corredor de cometas”) es la versión cinematográfica de la novela semi-autobiográfica de Khaled Hosseini que recorre casi tres décadas de la cambiante, convulsionada y trágica situación socio-política de Afganistán desde fines de los años 70 hasta el 2000. Por supuesto cuenta con todos los aderezos for export necesarios para ganarse la empatía de un público amplio con el consabido salvoconducto de los hechos reales.
El título local permite dos interpretaciones posibles: la textual, alusiva a una imagen recurrente en la historia, la de esos barriletes que surcan el cielo en libertad; y otra de orden metafórico que une el concepto de amistad y fidelidad en la figura de los barriletes y su endeble resistencia, su fragilidad como aquel hilo que sujeta el cometa y de pronto se corta. Lo que se corta no se repara nunca más, o por lo menos no de la misma forma. La culpa tampoco. Sobre este eje culpógeno-reparador oscila el relato de tendencia melosa, que en su primera mitad transcurre en la ciudad de Kabul -antes de la invasión soviética- y luego hacia el desenlace regresa al mismo lugar con el régimen talibán ya instaurado. Ese sentido parabólico no sólo estructura la trama, sino -lo que resulta aún peor- también traza las coordenadas de un guión que pretende cierto realismo cuando sus coincidencias y simpleza reflejan lo opuesto. Demasiadas subtramas sin desarrollo empujan al film del estadounidense Forster a confeccionar un muestrario de secuencias que se van turnando para mostrar el odio entre pares, la conservación de las tradiciones incluso en el exilio, las aberrantes prácticas de los talibanes y la solapada mirada occidental parcializante y poco menos que ingenua.
Amir y Hassan son amigos inseparables, aunque pertenecen a dos clases sociales distintas. Amir vive con su padre viudo en una casa lujosa y forma parte de la elite cultural, mientras que Hassan trabaja junto a su padre como sirviente de la familia. La fidelidad de éste hacia su amigo no tiene límites, al punto de salir en su defensa cuando alguien los ataca por permanecer unidos a pesar de las diferencias étnicas. Pero esas diferencias no son tales cuando comparten juegos y van al cine o ganan un concurso de barriletes, deporte tradicional en el que Hassan se destaca. Sin embargo, lo que parecía una relación duradera se termina diluyendo cuando Amir decide deshacerse de su amigo de una manera vil y cobarde. Cobardía que se ve plasmada al haber sido testigo de la violación de Hassan por parte de los mismos agresores que antes habían intentado atacarlo. La inexorable ruptura coincide con el irremediable exilio hacia Estados Unidos ante el inminente ataque soviético, pero un secreto familiar y el peso de la traición lo obligarán a regresar a su tierra tras casi veinte años de ausencia.
Sin otra búsqueda que la del melodrama simplista, edulcorado y muy poco sólido desde las actuaciones, sobre todo la de su protagonista Khalid Abadía (fuera de sintonía con su personaje y la historia), Marc Forster no le encuentra el tono ni la cadencia adecuada al film para evitar los convencionalismos más usados por una industria cada vez más fundamentalista del gusto; algo que resulta paradójico en esta historia de redenciones difícil de remontar.
Pablo E. Arahuete

Esta es una mirada local del film, cuando la vea veré si con tu recomendación o con la de Arahuete, o como síntesis con ninguna de las dos.
Un film difícil de remontar
Cometas en el cielo
(The kite runner - EEUU / 2007 - 126min)
Dirección: Marc Forster
Intérpretes: Shaun Toub, Khalid Abdalla, Atossa Leoni, Ahmad Khan Mahmidzada y Homayoun Ershadi
Fecha de estreno: 14-02-2008
Resulta desconcertante que el director Marc Forster (Cambio de vida –Monster’s Ball-, Más extraño que la ficción) se haya hollywoodiotizado en tan poco tiempo. Cometas en el cielo (traducción local de The Kitte Runner, algo así como el “corredor de cometas”) es la versión cinematográfica de la novela semi-autobiográfica de Khaled Hosseini que recorre casi tres décadas de la cambiante, convulsionada y trágica situación socio-política de Afganistán desde fines de los años 70 hasta el 2000. Por supuesto cuenta con todos los aderezos for export necesarios para ganarse la empatía de un público amplio con el consabido salvoconducto de los hechos reales.
El título local permite dos interpretaciones posibles: la textual, alusiva a una imagen recurrente en la historia, la de esos barriletes que surcan el cielo en libertad; y otra de orden metafórico que une el concepto de amistad y fidelidad en la figura de los barriletes y su endeble resistencia, su fragilidad como aquel hilo que sujeta el cometa y de pronto se corta. Lo que se corta no se repara nunca más, o por lo menos no de la misma forma. La culpa tampoco. Sobre este eje culpógeno-reparador oscila el relato de tendencia melosa, que en su primera mitad transcurre en la ciudad de Kabul -antes de la invasión soviética- y luego hacia el desenlace regresa al mismo lugar con el régimen talibán ya instaurado. Ese sentido parabólico no sólo estructura la trama, sino -lo que resulta aún peor- también traza las coordenadas de un guión que pretende cierto realismo cuando sus coincidencias y simpleza reflejan lo opuesto. Demasiadas subtramas sin desarrollo empujan al film del estadounidense Forster a confeccionar un muestrario de secuencias que se van turnando para mostrar el odio entre pares, la conservación de las tradiciones incluso en el exilio, las aberrantes prácticas de los talibanes y la solapada mirada occidental parcializante y poco menos que ingenua.
Amir y Hassan son amigos inseparables, aunque pertenecen a dos clases sociales distintas. Amir vive con su padre viudo en una casa lujosa y forma parte de la elite cultural, mientras que Hassan trabaja junto a su padre como sirviente de la familia. La fidelidad de éste hacia su amigo no tiene límites, al punto de salir en su defensa cuando alguien los ataca por permanecer unidos a pesar de las diferencias étnicas. Pero esas diferencias no son tales cuando comparten juegos y van al cine o ganan un concurso de barriletes, deporte tradicional en el que Hassan se destaca. Sin embargo, lo que parecía una relación duradera se termina diluyendo cuando Amir decide deshacerse de su amigo de una manera vil y cobarde. Cobardía que se ve plasmada al haber sido testigo de la violación de Hassan por parte de los mismos agresores que antes habían intentado atacarlo. La inexorable ruptura coincide con el irremediable exilio hacia Estados Unidos ante el inminente ataque soviético, pero un secreto familiar y el peso de la traición lo obligarán a regresar a su tierra tras casi veinte años de ausencia.
Sin otra búsqueda que la del melodrama simplista, edulcorado y muy poco sólido desde las actuaciones, sobre todo la de su protagonista Khalid Abadía (fuera de sintonía con su personaje y la historia), Marc Forster no le encuentra el tono ni la cadencia adecuada al film para evitar los convencionalismos más usados por una industria cada vez más fundamentalista del gusto; algo que resulta paradójico en esta historia de redenciones difícil de remontar.
Pablo E. Arahuete
- Klaatu
- Mensajes: 2323
- Registrado: Mié 23 Ene 2008 , 12:36
- Ubicación: En la trinchera, pasando revista
Yo la vi hace un año o así y me gustó, aunque alguna cosa sobraba, en general se me hizo amena, las situaciones dramáticas a veces se tornaban cómicas pero el mensaje quedaba ahí.
Lo que no sabía -leyendo a Neemo- es que el director es el de Monster's Ball y eso sí que son palabras mayores.
Del estilo de Cometas en el Cielo es, para mi gusto, Un Toque de Canela, y me quedo con esta última
http://www.filmaffinity.com/es/film863569.html
Saludos
Lo que no sabía -leyendo a Neemo- es que el director es el de Monster's Ball y eso sí que son palabras mayores.
Del estilo de Cometas en el Cielo es, para mi gusto, Un Toque de Canela, y me quedo con esta última
http://www.filmaffinity.com/es/film863569.html
Saludos
Barada Nikto
http://www.youtube.com/watch?v=sIaxSxEq ... re=related
Que se jodan Andrea Fabra y todos ellos
http://www.youtube.com/watch?v=sIaxSxEq ... re=related
Que se jodan Andrea Fabra y todos ellos
cometas en el cielo
La tengo guardada en el iplus, espero poder verla pronto.