Jaque...
Cabrito Mi torreeee exclama Winton, lamenta su última jugada, repasa la posición en el tablero con los dedos, le hace una mueca a Boltzmann como pidiendo una segunda oportunidad, Boltz bonachón le corresponde pero entonces Wyn derriba y rinde su rey, esta muerto de todas todas, Boltz se recuesta en el sillón, dice;
Esto se nos va de las manos Wyn, algo va ha suceder, estoy cerca, desde qué llegaron los datos de Tesla de NY creo que me están siguiendo..
Pero si son datos públicos responde Wyn, quien te puede seguir Boltz?
No lo se, pero quizá esta noche te puedo decir más, estoy esperando un paquete DHL y quizá el experimento tenga éxito con las bobinas que vienen, me voy..
Boltz se levanta de la silla y le da la mano a Wyn, se abriga con su tres cuartos, levanta el cuello, sopla aire en el retiro, el sol cae y las hojas sisean, Wyn ve como se aleja su amigo por la calle, mira su reloj Seiko y asiente con la sien, es la hora, tiempo para el juego, su vieja amiga la ruleta le espera, apura su Fonseca con suavidad, arranca el paso hacia el Metro, esta cerca, su mirada encuentra los pasajeros en frensí, como hormigas entran y salen del subsuelo, atina y líquida el puro en el cenicero, la música resuena en el túnel, un entusiasta interpreta Coltrane con acierto, Wyn disfruta de la sonoridad, el efecto túnel es fascinante con el sonido, el tren llega y Wyn salta a su interior en corta carrera. Una mujer pasea por el vagón de forma sospechosa, es bonita y lleva ropa con cierta clase, desaliñada parece del este, pide dinero, tararéa la música y trata de hacer un estriptese improvisado pero de pronto, una viejecita de negro casí de las de Goya le recrimina la acción amenazando con avisar un guardia, la parada llega y Wyn desciende del vehículo no sin antes alcanzar un billete a la joven, con mirada de desaprobación incluida de la mujer de Goya, mirada que Wyn tratará de olvidar a lo largo de la jornada.
(de las crónicas de Andreu 2)





