Petimetre escribió:Aviso que no he trabajado directamente en planeamiento, pero algo se le queda a uno de oídas y, además, conviene contrapesar las cuestiones de competencias con los principios de representación de la voluntad popular, que, aviso, es lo que a mi más me interesa.
De las leyes franquistas no se nada, lo siento, soy un pimpollo en la flor de la vida. Si mal no recuerdo, la ley del 90 fue virtualmente derogada por un asunto de competencias, básicamente porque no dejaba margen de actuación a las Comunidades Autónomas y conculcaba sus competencias constitucionales. No digo esto por ser pejiguero, sino porque va a marcar el límite superior al que podrás llevarte las competencias. La del 98… pues eso, que lo has clavao (y si lo sumamos a las políticas sectoriales, inversiones en educación, I+D, etc. tenemos el panorama de aquellos polvos y estos lodos). Estamos de acuerdo en los “comunes denominadores”, pero simultaneidad no es causalidad, así que debemos pasar a las razones.
No quiero ir citando cada uno de tus puntos, porque va a parecer que juego tan solo a refutar argumentos, pero permíteme que siga el hilo de tu exposición. El urbanismo o, mejor dicho la ordenación del territorio, no es una realidad continua en todos sus niveles, no es lo mismo trazar una infraestructura general como una autovía, un equipamiento como un hospital comarcal o un plan especial de reforma interior del casco antiguo de una ciudad. Para cada cosa hay alguien que conoce mejor el asunto y que es el más legitimado para tomar decisiones porque le afectan más directamente. El territorio no es un mero soporte de actividades económicas, residenciales, etc. es un sistema complejo de relaciones, historia, recursos y voluntades. No es fácil conocer y TRABAJAR con esas cosas ni siquiera desde el ámbito de la Comunidad Autónoma. La mayoría de los sistemas de ordenación centralizados han pecado de lo mismo, han primado las políticas sectoriales sobre las territoriales. La historia de nuestro país en implantación de grandes empresas que se han deslocalizado cuando los factores de localización les ha resultado más favorables en cualquier otro lugar, no dejando nada (cuando no chatarra) en el territorio es bastante demostrativa. No se puede planificar obviando la realidad territorial. Por otro lado, la configuración de los Ayuntamientos ha cambiado mucho en estos años; en muchos, desde los 20.000 habitantes hacia arriba seguro, puedes encontrar personal de muy diferentes cualificaciones, economistas, sociólogos, sicólogos, mediadores sociales, técnicos ambientales… con un conocimiento estrecho del suelo que pisamos. Nosotros somos capaces de elaborar información para la que no hay estadística de nivel superior que resulte representativa y para la que resultaría enormemente caro hacerla. Solo hay una cuestión pendiente: integrar ese conocimiento en la elaboración de los Planes ¿Hablábamos de eficiencia? Pero es que además, las Comunidades Autónomas han olvidado parte de sus obligaciones, entre otras cosas porque no quieren saber nada de poner en marcha procesos que les despojarían de parte de sus competencias a favor de los Ayuntamientos. El último Plan Regional de Estrategia Territorial de la Comunidad de Madrid es del año 96 (y es una blasfemia redactada por los arquitectos de una consultora empapados en crack). ¿Hablamos de competencia técnica? Las Comunidades Autónomas deberían asistir a los Ayuntamientos en aquellas cosas en que es más eficaz y rentable elaborar la información desde un nivel superior y deberían marcar estrategias de competitividad para toda la región con un enfoque europeo. ¿Alguien ha oído algo de eso?.... Si hablamos de fragilidad ante las presiones de la especulación mejor que no miremos hacia Valencia, por ejemplo, donde la propia Comunidad Autónoma modifica leyes en pura connivencia con el sector del ladrillo para saltarse fases de la planificación (más agilidad, dicen, jódete). Yo creo que la corrupción no es un fenómeno normativo, es un producto social, está claro que las leyes deben preverlo, pero si no se atacan las cosas donde se debe acabaremos pagando un gran peaje en eficacia y en déficit democrático para, probablemente, no conseguir nada.
Siempre va a haber 8.000 normativas distintas, las dictes desde donde las dictes. Por la sencilla razón de que la definición de si se puede construir y cómo en la parcela A2 del municipio X es sustantiva de ese suelo particular, y no te lo puedes llevar a otro lado. Siempre va a haber que “pintar” el suelo, siempre va a tener que decidirse cuál es la atura máxima edificable en el barrio Y, que no va a ser la misma que en el margen del río o frente al polígono industrial. Así que la cuestión es ¿quién tiene la legitimidad para decidir sobre eso?
Sé que hay una corriente centralizadora, en esto y en otras cosas. A mí me parece una regresión que va a provocar serios déficits democráticos, pero eso no es nuevo, los tiempos de crisis no suelen ser generosos a la hora de dar voz a la ciudadanía. Ante tanto rechazo y desafección por la política yo creo que precisamente lo que necesitamos es más política, a ser posible de verdad, no este juego de ruleta rusa disfrazado de Salsa Rosa que tenemos ahora. Y creo que en los Municipios, por cercanía, por tamaño, por los cauces de comunicación y participación que ya existen, por el tipo de decisiones que hay que tomar son ámbitos especialmente adecuados para profundizar en mejores o nuevas formas de conformación de la voluntad popular. Al final, política viene de Polis, y democracia de Demo.
Un abrazo.
Petimetre-
Respeto profundamente tu opinión, incluso me enternece el halo de inguenidad militante que desprende tu escrito. Pero creo que debo señalarte algunas cuestiones que me surgen con tu escrito.
Parece que tu postura se reduce a la teoría de la representación popular y la repetición del tópico sobre la Administración más cercana y que mejor conoce los problemas de los ciudadanos.
No sabes lo que tu vida ha ganado, respecto a otras como la mía, al no haber sufrido la dictadura. Pero, no haberla sufrido no significa que debamos hacer abstracción. Hubo dictadura, cuarenta años, y el tirano murió en la cama, -Espero que esto si te mueva no te mueve a reflexión-.
Muchas de las deficiencias de nuestra democracia, todavía inmadura, provienen de los tics adquiridos en el período autocrático.
Tienes razón, las dos sentencias del Constitucional vinieron a marcar el campo competencial de las Comunidades en la materia. Aparte de eso entraron en otras materia bien sustanciales de la Ley del 90 que la transformaron en practicamente inoperativa, por ejemplo, el régimen de valoración del suelo.
Ahora bien, que haya un determinado reparto competencial avalado por los Tribunales no significa que ese reparto sea el adecuado, significa que es legal. Y la legalidad vigente no siempre es el marco adecuado. Si ello fuese así las leyes serían eternas, o, en su caso, no habría leyes erróneas, que las hay y a montones..
Para mí, el marco competencial actual en materia de urbanismo es demencial, eso no siginifica que crea que es ilegal. Ilegal no es, estúpido, en mi opinión, sí.
Respecto a mis argumentos, creo que quedan intactos en tu exposición. El urbanismo es una realidad continua, como lo es el territorio. No hay divisiones naturales que lo fragmenten. Tus ejemplos, no hacen sino reforzar esta afirmación. Es obvio que los niveles de detalle son diferentes en cada caso, pero el urbanismo debe basarse en una idea común, con un alto nivel de consenso, aplicable a todo el territorio. Eso no significa que no haya participación municipal en el diseño, lo he dicho, sino que las competencias deben estar en otro ámbito, para mí, el Estado.
Es obvio que no se puede planificar eludiendo la realidad territorial, no estamos hablando del aspecto técnico del planeamiento, pero eso no rebate el aspecto competencial.
Tampoco dudo que muchos Ayuntamiento seais capaces de elaborar información detallada, de tus palabras deduzco, quizás incorrectamente, que estás en lado técnico-político munipal.
Yo no hago un panegírico de la labor de las CC.AA., líbreme Dios y la razón. Ni de que determinados planes Estratégicos o de Ordenación del Territorio no haya por dónde cogerlos, simplemente estamos hablando de otra cuestión, la competencia.
El Ayuntamiento es la Administración máss cercana, indudable, eso es una ventaja y una carga, dependiendo de la cuestión.
La corrupción es consustancial al ser humano, lo grave de este caso es que el reparto cempetencial en materia de urbanismo, unida a la necesidad de financiación de los Ayuntamientos, ha provocado una corrrupción sistémica. Eso es lo grave. Existe corrupción siempre, en un sistema democrático tiende a ser una perversión, en un sistema autocrático es la esencia del sistema. Pues bien, los Ayuntamiento, por necesidad, mayoritariamente, y algunos por golfería, directamente, han convertido el urbanismo en una vía de financiación. Así se han sumergido en el bucle perverso. ingreso vía urbanismo=obras y servicios=nivel de gasto superior para mantener esas obras y servicios=nuevas recalificaciones para mantener el ciclo y vuelta a empezar. En ese ciclo perverso, las presiones especulativas sobre el Ayuntamiento son brutales, en primer lugar por los propietarios del suelo -votos-, por los promotores inmobiliarios y, en fin, p..or los funcionarios del partido -financiación-. Alguién duda de la relación especulación urbanística como una de las fuentes de la financiación de los partidos, y no sólo de los de fútbol, que también.¿Cuántos presidentes de equipos de fútbol no representan intereses inmobiliarios?. ¿Cuántos equipos de fútbol no son la joya de sus respectivos gobiernos municipales o autonómicos, en el caso del Madrid y del Barca del gobierno de la nación?.
No te parece que debía existir una idea común sobres aspectos básicos que nunca pueden dejarse al arbitrio municipal:
Ejemplos:
a) Explotación intensiva o extensiva de la costa. Dos modelos contrapuestos que se aplican a voleo, según la idiosincracia de cada Ayuntamiento.
b) Ubicación de infraestructuras no deseadas por la ciudadanía, cárceles, basureros, depósitos de residuos nucleares, etc...
c) Construcción en altura o en superficie, con las diferentes ecuaciones que ello supone en consumo de agua, ocupación de viario público, necesidades de transporte público, etc...
d) Diseño de las redes de transporte y su relación con el desarrollo urbanístico local como medida previa al desarrollo de la construcción de vivienda.
Creo que esta decisiones han de ser estatales y contemplar el territorio del país como un todo. Lo actual, repito, un desastre absoluto sólo remediado, eso sí, por la actuación de muchos técnicos, concejales, alcaldes, a los que el sentido común no les ha permitido sucumbir a la codicia y el despilfarro.
Pero, amigo, lo contrario es tan palmario:
Destrucción masiva de los cascos históricos de las ciudades. En muchas ciudades, además se da un fenómeno novedoso, los cascos como infravivienda para un nuevo lumpen-proletariado, los emigrantes.
Destrcucción masiva de la costa.
Construcción masiva infraestructuras consumidoras de agua, la mayor parte de recreo
Corrupción sistemática, ojo,no generalizada ni universal.
En conclusión, abogo por lo expuesto en mi post, sobre el particular, y por las razones allí expuestas. No creo que esta sea el foro para un mayor desarrollo del asunto.
Ahora bien, como ya te he dicho anteriormente, me parece que nuestros puntos de vista tienen mucho en común, ya que en lo esencial, que la política actual es un juego de ruleta rusa disfrazado de salsa rosa, estoy en tu lado.
Y, estoy contigo en la necesidad de una nueva forma de hacer política. La actual, no sirve, o, al menos, a mí no me sirve.
Y que nadie me diga que somos iguales ante la ley. -Ante Dios no lo sé, no me interesa, pero creo que tampoco-.
Iberduero y yo no tenemos la misma capacidad de influencia ante el Gobierno. El Banco de Santander y yo no tenemos igualdad ante la justicia. Camps y yo no tenemos el mismo tratamiento mediático en "El Mundo", et..etc...No sigo porque es doliente.
Un abrazo, mut, muy cordial.