PASTILLAS ADELGAZANTES Y MUSCULADORAS PROMETEDORAS

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Kir
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PASTILLAS ADELGAZANTES Y MUSCULADORAS PROMETEDORAS

Mensaje por Kir »

Descubren dos fármacos con efectos adelgazantes y contra el cansancio

El sueño de quienes ansían reducir de peso sin esfuerzos y de los que buscan aumentar la resistencia al ejercicio físico podría estar al alcance de la mano, gracias a dos recientes descubrimientos médicos.

Nada de dietas, miradas lánguidas y sin esperanzas a un sabroso manjar, ni ejercicios, ni sudor, ni dolores musculares.

La solución está en dos fármacos que han revelado que mantienen esbeltos y convierten en atletas incansables...a ratones de laboratorio, por ahora. Se trata de los fármacos GW1516, que no está en venta comercial, y de otro sólo identificado como AICAR.

En experimentos hechos con roedores, los científicos del Instituto Médico Howard Hughes y del Instituto Salk de Estudios Biológicos indicaron que las dos sustancias desencadenan muchos de los efectos fisiológicos del ejercicio y aumentan la capacidad del cuerpo de quemar grasas así como la resistencia.

En un informe sobre su estudio divulgado hoy por la revista Cell, los investigadores indican que el potencial de los fármacos va mucho más allá del combate a la obesidad y el cansancio.

También podrían ayudar en el tratamiento de enfermedades musculares, a pacientes que por problemas físicos no pueden realizar ejercicios, a personas con discapacidades y a quienes sufren trastornos metabólicos o distrofia muscular.

En trabajos anteriores con ratones manipulados genéticamente, los científicos ya habían determinado que si se activaba un gen identificado como PPAR delta se convertía a los animales en verdaderos corredores del maratón.

Además, no aumentaban de peso aun cuando se les administraba una dieta que generaba una obesidad relampagueante en ratones normales.

Al referirse a GW1516 administrado a ratones sedentarios durante cuatro semanas Vihang Narkar, investigador del Instituto Salk, señaló que los resultados fueron misteriosos y sorprendentes.

"Conseguimos los beneficios de reducir los ácidos grasos y los niveles de glucosa, pero no hubo absolutamente ningún efecto en el rendimiento físico", señaló.

Se sometió entonces a los ratones a un régimen regular de ejercicios en los que cada uno tenía que correr en una cinta sin fin durante al menos 50 minutos.

Fue entonces que el mismo fármaco que no había tenido resultados en los roedores sedentarios mejoró la resistencia en un 77 por ciento y la fibra muscular en un 38 por ciento en los que eran más activos.

Los investigadores descubrieron que lo que hacía que GW1516 tuviera ese efecto durante el ejercicio es la activación de un regulador clave metabólico denominado AMPK que actúa como un indicador en la célula de la cantidad de energía existente y promueve la producción de más energía (ATP). El AMPK alcanza el núcleo celular e interactúa con PPAR delta y aumenta su capacidad para activar la red genética que incrementa la resistencia.

Los ratones fueron sometidos después a una prueba similar, pero con el fármaco AICAR.

En este caso, después de cuatro semanas y sin entrenamiento previo, los ratones aumentaron la resistencia al ejercicio en un 44 por ciento en comparación con roedores no entrenados.

"Después de cuatro semanas los ratones estaban como si siempre hubieran hechos ejercicios. Corrieron más tiempo y más distancia que otros animales más preparados", agregó Ronald Evans, investigador del Instituto Médico Howard Hughes, que encabezó el estudio.

Según los científicos, en ambos casos los fármacos desencadenan una serie de cambios que contribuyen a que las células musculares aumenten su rendimiento y mejoren la capacidad del cuerpo de quemar grasas.

En este momento en que los Juegos Olímpicos de Pekín están por comenzar la idea de usar fármacos que contengan una de esas sustancias, o las dos, podría ser cautivadora.

Pero Evans advierte a quienes piensen en trasgredir las normas olímpicas de que más vale que no lo hagan.

Señala que ya ha desarrollado una prueba que puede detectar fácilmente la presencia de GW1516 y AICAR tanto en la sangre como en la orina.

Resveratrol, una sustancia que se estudia por sus efectos contra el envejecimiento, también al parecer permite a los ratones correr más sin ejercitarse. Pero las drogas en el nuevo estudio parecen actuar más específicamente en un proceso muscular que aumenta la resistencia, dijeron los investigadores.

Evans admitió que "no sabemos cómo ocurre" y agregó que "tampoco sabemos si ocurriría en un ser humano".

http://cl.news.yahoo.com/s/31072008/54/ ... encia.html

http://www.univision.com/content/conten ... id=1618887


Articulo original sobre el proceso teorico:

http://www.cell.com/content/article/ful ... 7408008386
http://download.cell.com/pdfs/0092-8674 ... 008386.pdf


Articulo de divulgacion:

http://www.portalfitness.com/articulos/ ... ucosa4.htm
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Mensaje por Kir »

Nueva proteína en liza que promete los mismos resultados:

http://eliax.com/index.php?/archives/52 ... poral.html

Ampliación de la noticia:

Imaginen un fármaco que lograra que gran parte de la grasa ingerida se transformara en energía, en lugar de almacenarse. Y que para ello contara con la ayuda de su propia grasa corporal. Tendríamos entonces un tratamiento eficaz para desterrar la obesidad y reducir un buen número de enfermedades relacionadas con el sobrepeso. Ese medicamento milagro aún está lejos de llegar a las farmacias, pero dos grupos de investigación estadounidenses acaban de dar un paso significativo para conseguirlo. En un experimento con ratones han incrementado la producción de un tipo de células (adipocitos marrones) que transforman la grasa en energía y evitan que el organismo la acumule. También han comprobado que estas células de la grasa tan especiales pueden obtenerse a partir del tejido muscular. Los detalles de esta investigación se publican en la revista Nature.
Aunque muy pocos desean tenerla, la grasa es esencial para mantener el equilibrio energético y ayudar a regular la temperatura del cuerpo. Pero no toda la grasa es igual. El metabolismo cuenta con dos tipos de tejido graso: un tejido adiposo blanco que almacena calorías extra y el marrón, una grasa buena que quema energía para mantener la temperatura adecuada. Gracias a ella se mantienen calientes los mamíferos que hibernan y los humanos al nacer.

Los adipocitos marrones son numerosos en el recién nacido, pero durante la infancia y la edad adulta estas células se desactivan. Así que el reto para la ciencia es dominar el mecanismo por el que las células de la grasa, al formarse, se convierten en marrones o blancas para poder estimular la presencia de los adipocitos buenos.
Yu-Hua Tseng, del Centro de Diabetes Joslin, y Bruce Spiegelman, del centro oncológico Dana Farber, se han aproximado a este reto por dos vías. El grupo de Tseng ha identificado a una proteína BMP7 como el mecanismo que regula la producción de esa grasa marrón. Y ha probado que con su ayuda pueden estimular artificialmente la producción de estas células. El primer paso para diseñar un tratamiento.

En Nature cuentan cómo inyectaron la proteína BMP7 a un grupo de ratones, con la ayuda de un adenovirus como vehículo. Los ratones tratados fabricaron más tejido graso bueno; pese a comer igual, engordaban menos que los que no recibieron la terapia. Lo curioso es que esta proteína regula también la formación de células musculares, aunque no otros tipos de grasa. Lo que indica que los dos tipos de adipocitos no poseen un origen común, como se pensaba.

¿Músculo o grasa?

La clave para luchar contra el sobrepeso está también en otra proteína, según el grupo del Dana Farber. Los experimentos de Spiegelman muestran que PRDM16 dirige el desarrollo de estos adipocitos buenos. Al mismo tiempo,confirman que el músculo y los tejidos adiposos comparten etapas del desarollo. Cuando PRDM16 está presente, las células se convierten en grasa marrón y cuando está ausente se convierten en músculos.

Nunca en grasa blanca.

A la luz de estos trabajos, las células musculares y los adipocitos marrones están más relacionadas de lo que se pensaba. Hasta el punto de que las células de grasa buena deberían empezar a considerarse como una célula muscular que ha acumulado grasa, indica la investigadora Barbara Cannon en un comentario que acompaña los artículos.

Esa proximidad es lo que permitió a los investigadores del Dana-Farber crear en el laboratorio nuevos adipocitos marrones a partir del tejido muscular de ratones. Y abrir así nuevas posibilidades de tratamiento. Una de ellas sería desarrollar terapias, con la proteína PRDM16 como diana, para transformar la grasa blanca en marrón. Bastaría con que el 2% de los adipocitos blancos de una persona obesa se convirtieran en marrones para acabar con el problema.

Los científicos también creen que se podrían trasplantar adipocitos «buenos», creados en laboratorio, en las personas con sobrepeso para acelerar la quema de calorías. O, quizá, dirigir a las células musculares para que se transformen en células quema grasa.
En busca del fármaco perfecto

En el comentario editorial, Cannon dice que las dos investigaciones nos aproximan a una nueva vía para el tratamiento de la obesidad, teniendo como ayuda a estas células marrones o buenas.
La industria farmacéutica lleva años esforzándose por conseguir nuevas moléculas que permitan combatir la epidemia de obesidad. Aún no se ha encontrado un fármaco antiobesidad perfecto. Tampoco hay dietas mágicas. Como el sobrepeso es un desequilibrio entre la energía ingerida y la quemada, las terapias y dietas suelen centrarse en la ingesta -que se coma menos o se absorba en menor medida-sin reparar en la quema.

http://www.joltivan.com/noticia9574-far ... ietas.html
Kir

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