INTRODUCCIÓN

¿Qué es un sistema activo (en adelante SA)? Esa es una pregunta que muchos nos hemos formulado en algún momento. Últimamente se habla mucho en nuestro y otros foros de este tipo de configuración.

Un sistema activo no es algo nuevo. Es una configuración que se usa hace mucho tiempo en los sistemas de sonorización profesionales. En este artículo veremos, de forma básica, qué es, cómo configurarlo y cómo ajustarlo para que suene correctamente, así como sus ventajas y sus inconvenientes.

 

¿QUÉ ES UN SISTEMA ACTIVO?

Las cajas acústicas normales para uso doméstico están dotadas de un filtro divisor de frecuencias pasivo, situado dentro de la caja, cuya función es recibir la señal desde el amplificador y filtrarla, de forma que cada transductor reciba la señal que le corresponde. Es decir, dicho filtro hará que el altavoz de agudos reciba las señales más altas del espectro sonoro, el de medios las frecuencias medias y el de bajos la señal de frecuencia más baja. Esto para el caso de una caja acústica de tres vías, lógicamente. Se puede generalizar para el número de vías que queramos.

En un SA existe un filtro activo (es decir, que requiere de alimentación) que está situado en el recorrido de la señal, después del preamplificador. La función de este filtro es la misma que ejecuta el pasivo de las cajas convencionales, es decir, separar la señal original en sus componentes por frecuencias.

Desde el filtro activo la señal se reparte entre tantos amplificadores como transductores tengan las cajas acústicas, es decir, que en unas cajas de 2 vías, se necesitarán 2 etapas estéreo o 4 mono y en cajas de tres vías, una etapa AV de 6 canales, 3 etapas estéreo o 6 mono.

Desde los amplificadores la señal va directamente a los transductores, no existiendo entre ambos más que el cable, eliminándose los componentes pasivos (bobinas, condensadores y resistencias) que incorporan los filtros pasivos.

En estos esquemas se puede ver claramente la diferencia entre sistema activo y un sistema pasivo:

 

 

INCONVENIENTES

Ya en la descripción inicial se dejan ver algunos de los inconvenientes y de las ventajas de los SA. Conviene tener los primeros bien presentes para no llevarse a engaño:

1.- Son sistemas que pueden resultar complicados para aficionados neófitos, sin conocimientos técnicos, ni ganas de tenerlos. Los conocimientos a adquirir son del tipo de saber diferenciar un altavoz de agudos de uno de bajos o medios, frecuencias que reproducen, pendientes de cortes, etc. Es decir, muy simples.

2.- Hace falta también saber ajustarlos, con lo cual volvemos a estar en las circunstancias del punto 1. Es necesario tener equipo de medida como micrófono, ordenador y software de control.

3.- No son para los neuras de los ajustes, porque se pueden volver locos buscando un ajuste para cada grabación en particular.

4.- Son sistemas un poco más complicado de lo habitual, puesto que requieren de varios amplificadores y mucho cableado. En su versión mínima, se puede configurar perfectamente con una etapa multicanal de AV.

5.- No son sistemas para los creyentes en la existencia de cables mágicos.

6.- Es necesaria la adquisición de un filtro activo, cuya versión mas simple y no por ello menos efectiva es el modelo Ultradrive DCX 2496 de Behringer (unos 300€). Aparato que ha permitido la aproximación del usuario doméstico a estos sistemas hasta ahora reservados para profesionales, o para instalaciones domésticas de mucho dinero, puesto que los filtros de la competencia se sitúan en precios de unos 3000 €.

7.- Se requieren cajas fabricadas al efecto, o bien retirar de las cajas comerciales el filtro pasivo.

¿POR QUÉ UN SA? VENTAJAS

Si son tantos los inconvenientes, ¿por qué puede alguien tener interés por hacerse un SA? ¿Qué ventajas tiene el usuario normal con un sistema hasta ahora reservado al mundo profesional? Por ahí parece que va apareciendo la gran ventaja de estos sistemas: se trata de un minisistema profesional. Sería una aproximación a lo que es una reproducción en directo en nuestros hogares. Es decir, es la forma de reproducción que más nos aproxima la música real a la reproducida.

Desde le punto de vista técnico son muchas las ventajas de un SA, pero se trata de exponer de la forma más básica posible el tema. Así que con esta premisa, un SA proporciona:

1.- Mucha mejor dinámica

2.- Menor distorsión

3.- Mejor separación entre los instrumentos.

4.- Mejor aprovechamiento de la potencia de los amplificadores.

5.- Mejor rendimiento de cada altavoz.

6.- Mejor “sintonización” del conjunto sala-altavoces.

7.- Para el aficionado al HUM es una solución fenomenal, puesto que es mucho más fácil configurar un filtro activo que construir uno pasivo. Lo que en el primero se reduce a unos clicks de ratón, con el otro pueden ser largas sesiones de estudio y ejecución.

¿Cuál es la frontera que limita a los SA? La sala.

Sin límites en cuanto a espacio, un SA puede llegar mucho más lejos que cualquier sistema comercial pasivo.

ALTAVOCES ADECUADOS PARA UN SA

En principio, cualquier altavoz sería válido para implementar un SA. En los comerciales bastaría con desconectar el filtro pasivo interno y cablear los transductores directamente desde los amplificadores. Ahora bien, los más propicios para ello son los autoconstruídos (HUM). En éstos y gracias a los filtros activos se ha facilitado enormemente la labor de desarrollo del filtro, puesto que el activo, controlado por ordenador, permite un desarrollo inmediato de cortes en la frecuencia que se desee, con pendientes de entre 6 y 48 dB por octava de los tipos Butterworth, Bessel y Linkwitz-Riley
Normalmente los sistemas activos se aplican a altavoces de al menos 3 vías (graves, medios y agudos), que si se hicieran de forma convencional, con filtro pasivo, resultarían muy complejos.

Habría que hacer pruebas objetivas para determinar si el uso de SA en cajas de dos vías reporta ventajas sobre los filtros pasivos.

Atendiendo a las enormes ventajas de los SA, existen casas comerciales en cuyos catálogos se pueden encontrar altavoces activos. Son marcas como Audiovector, Dynaudio, ATC, Meridian, etc. También se puede recurrir a altavoces de tipo profesional, que desde siempre han usado esta técnica.

 

PRIMEROS PASOS CON EL FILTRO ACTIVO

Si nos hemos decidido finalmente por un sistema activo, expondremos ahora cuáles son los primeros pasos a dar una vez tenemos el filtro y las cajas apropiadas para el sistema.

Como hemos dicho antes, el filtro activo más usado debido a su excelente relación calidad-precio es el Behringer Ultradrive Pro DCX 2496 (os aseguramos que no tenemos absolutamente nada que ver con este fabricante) y trataremos de explicar su funcionamiento así como la manera básica de ajustar el sistema usando un software de ajuste popular y muy utilizado, el programa SmaartLive.


Filtro Behringer Ultradrive Pro DCX 2496

Para empezar contamos con que tenemos resuelto todo el tema de amplificadores, altavoces y cables de conexionado. Además de, por supuesto, haber leído y entendido el manual del filtro. Es conveniente marcar o rotular los cables de interconexión y los de altavoces, para no cometer errores en su conexión.

El filtro se puede intercalar en dos posiciones distintas, dependiendo de cuál sea la composición del resto de nuestro equipo.

Sin preamplificador

Si nuestro equipo solo tiene UNA fuente digital (CD, DVD o multiformato), podemos optar por conectar dicha fuente al filtro de forma digital, a través de la salida coaxial o AES-EBU hasta la entrada A del filtro. Para ello hay que configurarla en el filtro como entrada digital.

Si la salida de nuestra fuente es AES-EBU, se usa un cable XLR-XLR normal y corriente. Si la salida es coaxial habrá que usar un cable RCA-XLR para dicha conexión.

Esta forma de conexión tiene un pequeño inconveniente y es que al no tener preamplificador, el volumen se controla desde el filtro, variando el volumen final del sistema con el nivel de la entrada digital A. Puede ocurrir con esto que si el nivel de salida de la fuente digital es alto, sea demasiado excesivo y no permita el “apagar por completo” el volumen del sistema, resultando que la máxima atenuación que permita dicho control ofrezca un volumen muy alto o alto.

Este inconveniente desaparece si se usa un receptor de AV con 6 entradas amplificadas externas, pues se puede controlar el volumen con el mando general del receptor.

Si en vez de tener UNA fuente digital solo tenemos UNA fuente analógica pues se conectaría las salidas RCA o XLR de nuestra fuente a las entradas A y B del filtro, con los mismos inconvenientes antes citados en cuanto al volumen mínimo de atenuación.

Con preamplificador

En este caso se conectan todas las fuentes a nuestro preamplificador y las salidas de éste a las entradas A y B del filtro. De esta manera no hay ningún problema con la atenuación del volumen y permite el usar distintas fuentes de sonido.

Recordar solo que no es necesario el uso de un preamplificador estéreo exclusivo, pues casi cualquier receptor de AV moderno incorpora salidas preamplificadas para todos sus canales, pudiéndose usar perfectamente como previo de un sistema activo usando las salidas frontales del receptor y conectando éstas a las entradas A y B del filtro.

PUESTA EN MARCHA DE UN SA

Una vez conectado todo el sistema hay que hacerlo, al menos, sonar. Para ello y con objeto de evitar “sustos”, aconsejamos hacerlo de esta manera, principalmente para la primera conexión y para personas novatas en estos aspectos.

Encenderemos SOLO el filtro activo, sin encender previo, etapas, fuentes, etc. De esta manera si cometemos algún error en su configuración evitaremos accidentes, siendo algunos de los más frecuentes la rotura de los altavoces de agudos.

También podemos situar todas las entradas y salidas en Mute, para que no salga ningún sonido desde el filtro. Esta función es accesible desde el propio filtro o desde el software de control.

Contamos con que tenemos instalado en un PC el software de control del filtro, pues desde éste resulta mucho más cómodo e intuitivo el ajuste del filtro.

Desde el software, escogeremos la configuración más apropiada a nuestro sistema activo, es decir, 2 vías, 3 vías, 2 vías más subwoofer, etc.

La más utilizada por la mayoría de aficionados es la de 3 vías estéreo, por lo que tendremos que escoger una configuración que indique LMH LMH y comprobar la configuración de las entradas “A” y “B”.

Esto significa que desde el previo tendremos que utilizar las salidas RCA o XLR hasta las entradas “A” y “B” del filtro y, en el caso de las salidas del filtro, las salidas 1 y 4 irían hacia la etapa de graves “Low”; la 2 y 5 hacia la de medios “Mid”; y las 3 y 6 hacia la de agudos “High”, siendo esto LMH LMH como hemos indicado antes.

En las siguientes capturas vemos estos pasos:


Arriba vemos la configuración LMH LMH escogida, así como todos los controles en Mute y también podemos poner la temperatura de la sala y escoger el sistema de medidas.

Abajo vemos como se usan las salidas 1, 2 y 3 para la entrada A y las salidas 4, 5 y 6 para la entrada B


Por comodidad a la hora de “visualizar” el filtro desde el punto de escucha, aconsejamos usar la entrada A y salidas 1, 2 y 3 para el canal Izquierdo-Left y la entrada B y salidas 4, 5 y 6 para el canal Derecho-Right, más que nada porque así veremos los led luminosos en consonancia a la disposición de los altavoces frente a nosotros.


Una vez hecho esto el siguiente paso es encontrar la frecuencia de corte más cómoda para cada uno de los diferentes altavoces.

Una solución es “observar” las habituales gráficas de respuesta que ofrecen los propios fabricantes de los altavoces así como las recomendaciones que hacen, pues a veces indican el rango de frecuencia apropiado para cada altavoz. Este es un buen punto de partida, pero mucho mejor es el siguiente, pues vemos realmente la respuesta del altavoz en nuestro sistema.

Otra solución es medirlos y ver hasta donde llega cada uno para después hacerlos trabajar con la menor fatiga posible. Así se puede impedir por ejemplo que chillen los altavoces de agudos por haber seleccionado un corte muy bajo.

Más adelante se explicará como medir y ajustar convenientemente el sonido ofrecido por el sistema activo. Para poder seguir con nuestra puesta en marcha será suficiente con la primera solución.

Una vez determinados los rangos de frecuencias en los que actuará cada vía hay que escoger la pendiente de corte, que será determinada también de varias maneras, a escoger por cada cual.

Una de ellas es según la gráfica de respuesta de los altavoces, ofrecida por el fabricante. Hay que encontrar una “pendiente” en la gráfica que se ajuste o no sobrepase a la facilitada por el fabricante.

Otra de ellas sería en función de la respuesta real ofrecida por el sistema, una vez lo hayamos medido. Esto se explicará un poco más adelante también.

Una tercera forma sería según el gusto personal de cada uno tras pruebas auditivas.

Aquí podemos ver las algunas de las diferentes pendientes que se pueden aplicar en cada corte de frecuencia, observándose perfectamente la forma de cada pendiente en la gráfica:

 

Una vez tenemos escogidos unos cortes de frecuencias con sus respectivas pendientes ya podemos pasar a hacer sonar el sistema.

Otra vez y como medida de protección, pondremos el volumen a cero o Mute en el previo o en el filtro y encenderemos el resto de nuestro equipo. Pondremos algún disco y vamos quitando el Mute tanto a las entradas como a las salidas del filtro y dando volumen al previo. Aconsejamos quitar el Mute primero al canal de Graves, pues si tenemos alguna conexión equivocada, dicho altavoz no sufrirá ningún daño por reproducir frecuencias Medias o Agudas. Luego al de Medios y, si todo parece ir bien, finalmente al de Agudos.

Si detectamos que tenemos algo mal conectado, apagamos todo y revisamos todas las conexiones, hasta dar con el error. Insistimos en “marcar” los cables o clavijas para ello.

Si todo está bien conectado y revisado empezaremos a escuchar nuestro sistema activo.

A partir de aquí empieza otra ardua tarea, que consiste en ajustar el sistema.

 

AJUSTE DEL SISTEMA

Esta labor será la más entretenida, didáctica y puede que desesperante de todo el proceso de montarse un sistema activo. Somos conscientes que el ajuste “perfecto” o bien no existe o es muy difícil de conseguir, pues aquí interviene el factor subjetivo, es decir, a cada cual le tiene que gustar como suena su sistema.

Aún así, hay que tener claro y saber ajustar ciertos parámetros del sistema, para luego decidirse por el sonido final que más nos guste. No obstante, hemos comprobado muchas ocasiones como con ajustes “decentes” los resultados obtenidos son muy muy satisfactorios

Herramientas

Para esta fase sería muy conveniente y casi imprescindible el disponer de algunos extras para poder hacer un ajuste fino. Serían los siguientes:

- Micrófono de mediciones:

Aquí se puede optar por dos soluciones, a saber, o uno comercial o uno HUM. Ambos suelen estar basados en una cápsula Electret, como la famosa Panasonic WM-60AY.

Para los diseños HUM solo hay que rebuscar en Internet y encontraremos soluciones apropiadas. Entre los comerciales destacamos el Behringer ECM8000, por su excelente relación calidad-precio. Por algunos comentarios que circulan por Internet, este micrófono distorsiona algo a partir de 100 dB, por lo que para evitar esta supuesta distorsión mejor no hacer mediciones con ruido rosa por encima de este valor, independientemente de que sea una cifra ya muy respetable para hacer pruebas y seguro que bastante molesta.

 

Es aconsejable disponer o adquirir también un pie para el micrófono, por su bajo precio y su facilidad para ubicarlo donde queramos.

 

- Previo de micrófono:

Si escogemos algún micrófono comercial, seguramente para funcionar necesitarán alimentación Phantom y así poderlo conectar adecuadamente a nuestro PC. Una vez más hay soluciones HUM y comerciales. Para las primeras está Internet y para las segundas destacamos también algún que otro modelo, con distintos precios y similares prestaciones.

 

El M-Audio Mobile Pre USB

O este otro, por ejemplo, ESI Quatafire 610, con más prestaciones si se pretende muestrear a 24 bits y 96 kHz. Lleva conexión Firewire.

 

Desde luego cualquier otro modelo que permita conectar el micrófono al PC es factible de ser usado. Dependerá de lo que cada cual quiera gastar. Con los modelos destacados se cumplen sobradamente las funciones y requerimientos para el uso que se le va a dar aquí. En cualquier caso hay que evitar usar la entrada de micrófono de la tarjeta de sonido. Es recomendable siempre usar la entrada de Línea o la USB o similar como en el caso de los previos comentados.

Con menor coste y menos fiabilidad se puede optar por usar un Sonómetro, como el disponible en Radio Shack y conectarlo directamente a la entrada Line In de la tarjeta de sonido de nuestro PC.

- Software:

Para poder medir, analizar y ajustar el sistema es necesario ejecutar algún programa en el PC que permita comparar el sonido emitido por el sistema con el recogido por el micrófono. Algunos de los programas que podemos usar para ellos son el SmaartLive, SpectraLab V32.17 o imPulse Lite.

Aquí nos centraremos con el SmaartLive, por ser con el que más experiencia tenemos.

- Conexiones:

Indicamos aquí las conexiones básicas que tendremos que hacer para que nuestro PC y software analice el sonido emitido por el sistema y recogido por el micro.

Para ello se tomará la salida de línea del canal derecho (o izquierdo, da igual) y se divide en dos con un conector "Y". Una rama de la Y va con un bucle a la entrada de línea canal derecho, y la otra va a la entrada el amplificador, se recoge con el micrófono y el previo y se lleva a la otra entrada de línea, canal izquierdo.

Si nuestro previo ya dispone de dos entradas o salidas (de distinto formato normalmente) nos evitamos usar el conector Y, haciendo el bucle entre estas entradas y salidas. Sirvan estos esquemas y esta foto de ejemplo:

 

 

 

 

- Posición:

Aquí indicamos las posiciones que debe tener el micrófono de medición en la sala. Lo ideal es situarlo en el punto de escucha, como si fuera el centro de nuestra cabeza cuando estamos sentados, mirando el micrófono hacia arriba, de forma que recoja el máximo de información de la sala.

También podemos usar otra posición alternativa si lo que queremos es medir o ajustar una caja acústica o un altavoz en concreto. Así situaríamos el micrófono a 1m del centro del altavoz.

Lo mejor, desde luego, es en el punto de escucha, pues ajustaremos el sistema con lo que percibiremos nosotros cuando escuchamos música.

Ni que decir tiene que a la hora de ajustar el sistema podemos mover las cajas o bien el micrófono (punto de escucha) para evitar las resonancias molestas de la sala y que el micrófono recogerá y nos mostrará en la pantalla del PC.

- Ajuste de niveles

Una vez hemos conectado nuestro previo y micro al PC empieza el ajuste del sistema. Como hemos indicado, nos basaremos en el uso del programa SmaartLive, así que todas las referencias y pantallas usadas serán de dicho programa así como del software del filtro activo Behringer.

En el programa SmaartLive será conveniente usar algunos parámetros para hacer mediciones más coherentes. Estos son los propuestos por amigos que verdaderamente entienden de este asunto.

-Si no se ve la línea de transferencia, se comprueba que lleguen la mismo nivel ambos canales, si no es así, se usa dB+/- para equilibrar la gráfica.

-Usar el Coh Th al menos en 15% (Para no ver gráficas absurdas)

-Usar más de 16 muestras (Avg (R)) para tener una señal estable y menos influenciada por el ruido.

-En FFT Parameter usar FPPO.

-El botón de Mag Th funciona como una puerta de ruido, se puede ver el nivel del umbral en la gráfica de "Spectrum".

-Si se quiere ver bonito, se usa el Smooth en 9 Pt, es decir sería una curva “maquillada”, pero es mejor usar valores inferiores, pues dibuja una gráfica más real. Un valor de 3 Pt. estará muy bien.

Lo primero, tras comprobar que todas las vías suenan sería intentar tener un nivel sonoro similar en cada vía. Hay que tener en cuenta que podremos usar altavoces para cada vía de distintas sensibilidades, por lo que la diferencia de presión sonora ofrecida por cada una puede ser notable.

Para ello usaremos la función Spectrum en el SmaartLive y generaremos ruido rosa, que ajustaremos a un nivel sonoro adecuado, ni demasiado molesto ni demasiado escaso. Si nos resultara demasiado molesto se puede usar algún protector auditivo, que va desde unos simples auriculares (cerrados mejor) que nos pondremos sin sonido hasta unos cascos protectores que venden en las ferreterías. Son muy efectivos y baratos.

Antes de ajustar niveles debemos comprobar que los niveles de la señal emitida (azul) como la medida (verde) son similares. Deben marcar bastante arriba, pero sin llegar al clipping. Esto se ajusta con los potenciómetros de control que llevan los previos de micrófono o con los controles que incorpora Windows para las tarjetas de sonido.

Tras observar la gráfica resultante ajustaremos la ganancia de cada vía en el filtro activo para obtener una respuesta homogénea del sistema. Es aconsejable en vez de subir ganancias a los altavoces menos sensibles bajarlas a los más sensibles. Una buena forma de empezar es restar los valores ofrecidos por los fabricantes y ajustarlas al de menor sensibilidad.

Con esto podremos obtener una gráfica similar a ésta:

 

En este apartado podemos “jugar” apagando vías, cambiando pendientes de corte, frecuencias de cruce, etc., para intentar conseguir una respuesta adecuada de cada altavoz como indicábamos más arriba. No hay que desanimarse, los altibajos en la gráfica son producidos principalmente por la sala, sobre todo en frecuencias graves. En otras zonas de frecuencias se pueden deber a la propia respuesta del altavoz, a la pendiente de cruce o a la frecuencia de corte escogida, además de la sala claro.

También se puede usar la función Transfer para ello, jugando con las ganancias en el filtro para conseguir una curva lo más plana u homogénea posible.

Hay que indicar que, por regla general, una curva plana no es del agrado de todo el mundo, pues suele ser habitual el ser más “sensibles” a las frecuencias medias. En este caso hay que optar por tener un sistema lo más neutro (o plano) posible o ajustado a nuestro gusto. Cada cual que escoja una opción y ajuste en consecuencia.

 

- Ajuste de retardos

Una vez obtenida una respuesta a nuestro gusto procederemos a ajustar los retardos o delays de cada vía.

Para ello usaremos la función Impulse en el SmaartLive. Se apagan todas las vías menos una y es mejor empezar por la de graves, al ser la más “lenta”. Se genera ruido rosa y se presiona Start.

La vía de graves es la más complicada de medir, así que un truquito para conseguirlo consiste en subir la frecuencia de corte hasta casi su máximo de respuesta, por ejemplo 700 Hz. A veces las medidas pueden resultar anómalas o incoherentes. En estos casos seguiremos pulsando varias veces Start.

Una vez obtenemos una medida coherente, con las teclas de cursor Arriba y Abajo seleccionamos un trocito de la gráfica y con las teclas Derecha e Izquierda nos movemos para seleccionar justo la zona del comienzo del impulso

En estas pantallas vemos la medida sin zoom y con zoom:

 

 

El programa, por defecto, sitúa el cursor en el máximo del impulso, pero a nosotros nos interesa el comienzo del impulso, justo donde corta al eje en cero. Para apreciarlo mejor se usan las teclas + y –. Además si pulsamos Ctrl-Derecha o Ctrl-Izquierda podemos desplazar el cursor por la curva, hasta situarlo en el comienzo del impulso. En la segunda imagen se ha hecho así.

Arriba se puede ver el valor en ms del impulso justo donde está situado el cursor (línea blanca que corta la gráfica) y lo anotamos.

Repetimos este procedimiento con el resto de vías del sistema, anotando los valores de cada una de ellas.

Una vez tenemos los valores de cada vía solo queda ajustar el filtro para compensar esos valores. En esta pantalla se introducen los valores correspondientes, que no son más que las diferencias de tiempos entre el más lento, generalmente los graves, y los medios y agudos.

 

Según vamos introduciendo valores de retardo en el filtro por vía podemos seguir midiéndolo con el micro, situando la función Impulse en Continuous y viendo el resultado obtenido en la gráfica presentada. De esta forma vemos como varía el retardo, pudiendo ajustarlo con el filtro hasta que queden todas las vías igualadas.

Una vez igualados los retardos, pasamos a la función Transfer y activamos solo la vía de Graves, poniendo en pantalla la Fase. Hacemos que calcule el Delay pulsando Auto Sum, debiendo dar el mismo valor que antes en la función Impulse. Guardamos la gráfica en una memoria, usando los botones inferiores A---E y Capt.

Apagamos graves y activamos medios. Nos fijamos en la Fase justo en la frecuencia de cruce que seleccionamos al principio y jugando con el filtro entre los retardos puestos, el cambio de polaridad y el ángulo de la Fase, intentamos que la gráfica en memoria de los graves con la de agudos casen, se solapen y presenten continuidad. Desde luego será casi imposible que sea “perfecta” esa continuidad, pero intentaremos dejarlo lo mejor posible.

Si no están al mismo nivel se usan las teclas dB +/- hasta nivelarlas.

Hacemos lo mismo entre la fase y frecuencia de corte entre Medios y Agudos, repitiendo la misma operación.

Una vez hecho ésto, nos puede quedar una pantalla en el programa de control del filtro similar a ésta:

 

 

Ya solo nos quedaría terminar de ajustar niveles entre vías para conseguir un sonido que nos guste y aplicar alguna ecualización.

Con las ecualizaciones podremos eliminar algún pico en la respuesta del sistema, que generalmente son provocados por la interacción de las resonancias de la sala. Así, localizaremos esos picos molestos y aplicaremos una ecualización paramétrica centrada en dicha frecuencia pico y con una Q similar a la gráfica de respuesta. Iremos atenuando y cambiando la Q hasta conseguir rebajar el pico producido.

Observaremos su efecto y aunque no consigamos aplanar dichos picos podemos hacer pruebas comparativas de sonido con solo activar o desactivar las ecualizaciones.

Habrá que tener en cuenta que tendremos situadas nuestras cajas y punto de escucha en el mejor sitio posible de la sala, donde afecten en menor medida las resonancias.

Si cambiamos la posición de cajas o de oyente tendríamos que volver a ajustar los retardos y las ecualizaciones.

El número de ecualizaciones que podremos usar dependerá de la capacidad de proceso libre que tenga el filtro activo. Oscilará dependiendo de la complejidad y pendientes de corte que apliquemos a nuestro sistema:

Tras aplicar alguna que otra ecualización podremos ver el perfil de nuestro sistema activo en la primera pantalla del software del Behringer, pudiendo quedar como esta pantalla de ejemplo.

 

Solo queda memorizar todos los ajustes en el filtro y en algún archivo en nuestro PC, para evitar perdidas de información y, para terminar, pues disfrutar de la música que, al fin y al cabo, es lo más importante.

 

CONCLUSIONES

Los sistemas con filtro activo y multiamplificación se están extendiendo de una forma lenta pero imparable entre los aficionados a la reproducción musical que quieren aumentar en prestaciones su equipo de sonido de una forma exponencial. En unos años posiblemente se tienda a concentrar todo el sistema en un ordenador, pues haría de transporte, conversor, preamplificador y filtro activo, y desde dicho ordenador se enviaría señal a los amplificadores del sistema. Un sistema así ya es posible, empleando tarjetas de sonido de calidad y software específico para ello. Se eliminaría, por tanto la necesidad de un filtro activo como aparato (hardware) y éste pasaría a ser un software de control.

 

Aquí, después de lo visto en este artículo y de las numerosas experiencias que tenemos por distintos amigos con sistemas activos no podemos hacer otra cosa que recomendar estos sistemas para el que quiera llegar un poco más allá en la configuración de equipos de sonido.

Desde luego no vamos a engañar a nadie y para ello se han expuesto los inconvenientes a estos sistemas, que habrá que tenerlos muy en cuenta.

Por algunas pruebas que hemos hecho, la previsiblemente peor parte de estos sistemas, que puede ser el costo en etapas de potencia, queda minimizada, pues hemos comprobado como con simples amplificadores A/V de 6 canales ya se obtienen buenísimos resultados.

Otros amigos han probado con etapas de potencia profesionales de bajo costo con idéntico resultado. También estamos haciendo pruebas con las recientes etapas digitales y confirman los resultados obtenidos con etapas tradicionales.

En definitiva, creemos hemos roto en este artículo algunas barreras u obstáculos que alejaban estos sistemas del aficionado común, para demostrar como con algo de empeño y la ayuda desinteresada de tantos amigos como hay en tantos foros es posible montarse y ajustarse un sistema activo con resultados más que sorprendentes.

Finalmente, agradecemos a todos los amigos que han hecho sus aportaciones desinteresadas para poder realizar este artículo. Esto no es más que un básico recopilatorio de las respuestas dadas a las preguntas planteadas por los que tenemos un sistema activo.

Esperamos por tanto sirva a todos aquellos que sientan curiosidad y se decidan por instalarse un sistema activo para su gozo y disfrute.